El deseo de Dame-Tsuna //KHR

~SU DESEO~

Siempre era lo mismo, noche tras noche, día tras día ¿en algún momento se acabaría? Él no lo sabia...Tsunayohi estaba agotado, tanto fisíca como mentalmente, y es que entre su aparente amor por el piso y extrema torpeza sumado a ser el objeto de burlas de toda Nami-chu su pobre alma ya no aguantaba mas...

No podía hablar de sus problemas con nadie, su padre siempre estuvo ausente debido a su trabajo y las pocas veces que iba de visita acababa borracho acostado en el piso de su sala, entablar una conversacion con su madre tambien era dificil, ya que la mujer era demasiado densa y despistada de forma que cada vez que Tsuna quería conversar con ella esta no le prestaba la debida atención, y si bien Nana era un amor de persona, el pobre castaño desistio en sus intentos de pedir consejo y empezó a ocutarle la verdadera razón tras la mayoría de sus golpes para no preocuparla... El oji-miel tampoco tenia amigos con los que pudiese contar, generalmente nadie se acercaba a él con fines amistosos y los pocos que alguna vez lo habian intentado terminarón cansandose de su estupides y torpeza a los pocos dias...

Jamás tuvo con quien divertirse y salir a pasear, nadie con quien pudiese bromear o quejarse de la vida como cualquier otro adolescente, nunca hubo una sola persona que se quedará con él y le ayudase o aconsejase en lo que necesitara. Por sí solo le era imposible poder concentrarse y lograr al menos una buena calificación, los profesores nunca le tomaron en cuenta y sus compañeros preferian evitarlo o acosarlo con apodos o insultos debido a sus bajas notas y poca cordinación motora, ganandose de esta forma aquel apodo tan caracteristico y despectivo que le perseguiria hasta el resto de sus días...

Con el tiempo, tsuna simplemente dejo de intentar superarse a si mismo, no valía la pena el esforzarse y mejorar si de igual forma no habría nadie que le felicitase por una buena nota o que quisiera sinceramente pasar el rato con él, despues de todo El era Dame-Tsuna , el chico mas torpe y tonto de toda Nanimori ¿quien querría estar con él?. Se resigno a simplemente vivir su dia a dia en una rutina monótona, esperando el dia en que finalmente muriese o le sucediera algún accidente, a fin de cuentas ¿que podría lograr en la vida un dame como él? ni si quiera servía para trabajos tan sencillos como ser cajero o repartidor de pizzas, ya que seguramente terminaria arruinando todo como simpre...

Aún así, Tsuna nunca habia tenido el valor de atentar contra su propia vida, sabía que habia muchas personas que lo pasaban aún peor cada día y creía que los motivos que pudiese tener para realizar aquel acto no eran nada comparados a los de esas otras personas, a parte, no podía dejar sola a su madre, ella era la unica persona que a pesar de todo seguia recibiendole cada día con alegría y una enorme sonrisa, y él no quería ni era capaz de arrebatarle eso.

Para escapar de su fría y triste realidad usualmente jugaba algun videojuego o leia algún manga. Alguna vez soño con ser parte de alguno de esos mundos fantasiosos donde finalmente podria ser libre, pero abandono esa idea conforme fue creciendo y dandose cuenta de que no le serviria de nada conventirse en uno de esos heroés de cuento, ya que seguramente lo arruinaria todo por su lado dame.

Poco a poco aquel chico alegre, ruidoso, seguro y amable iba siendo reemplazado por una sombra de lo que era antes, se volvio mas callado, inseguro y nervioso, viviendo siempre asutado de todo y huyendo de los problemas como si la vida se le fuera en ello. Su brillante sonrisa desaparecio casi por completo, y lastimosamente nadie lo noto ni estubo allí para evitarlo...

Por si fuera poco, el pobre chico tambien debia llevar consigo la carga emocional de un amor unilateral... No podían culparlo por enamorarse de aquella dulce chica de cabello corto cuando esta habia sido la unica persona medianamente amable con él luego de su madre, pero era imposible, aquel amor estaba totalmente fuera de su alcance, ¡solo mirenle! él era bajito, torpe y escualido; alguien bastante inutil, timido, sumiso, cobarde y poco agraciado, mientras que ella... ooh ella; una chica dulce, de estatura promedio, amable y bonita, por algo era la idol de la escuela. El castaño sabia que nunca de los nuncas lograría sí quiera tener una miníma oportunidad con ella ni con nadie...