Del odio al amor hay un sólo paso (Alonso Villalpando y Tú)

- ¿Tan raro es qué me haga valer? -

   Luego de haber hablado con mi hermano, salimos y fuimos a casa. Había estado inconsciente tres horas. Mi hermano hizo una tortilla para los dos, y empezamos a comer. 

   [...]

   Terminé de hacer los deberes. Y llamé a Daniela. Hablé un rato con ella, y me dijo que me iba a estar apoyando en todo lo que hiciese. Eso me doy más confianza en cambiar, cada vez que Sheila me hiciese algo iba a plantarle cara, estaba decidida. Estuve un rato en el ordenador. Luego fuí a ducharme me puse el pijama y bajé a la cocina. Estaban mis hermanos y mi madre hablando. Cuando llegue todos se fijaron en mí.

   - Cariño, - me abrazó mi madre - ¿Por qué no nos dijistes nada? -

   Yo empecé a llorar, y todos nos formamos en un abrazo familiar.

   - Bueno, lo que paso pasó - dijo Aday - 

   - Sí ya está, no pasará más - dije segura, me despedí de ellos y me fuí a dormir, mañana sería un nuevo día...

   [...]

   La semana pasó volando, cada vez que Sheila o una de sus amiguitas me hacía algo, yo, le plantaba cara. El primer día que le planté cara a Sheila, todos se quedaban asombrados, ¿tan raro es qué me haga valer?, ella se ha alejado de mí pero, a veces sí que me dice cosas, yo la ignoro, pero,... me duele. He pensado que si tal vez no estuviera en este mundo, todos estarían mejor... 

   Rodrigo, el chico nuevo, bueno ya no tan nuevo, me cae muy bien, en los recreos siempre se pone con Daniela y conmigo. Daniela me ha dicho que tal vez le guste, pero... a quién voy a engañar no le gusto a nadie. 

   ¿Alonso? Él sigue siendo el mismo idiota, está con Sheila, pienso que son la pareja perfecta...