- Alonso si no te estas quieto no terminaré nunca - dije, estaba harta de que no se estuviese quieto, sé que le duele pero ya me estaba cansando de parar cada minuto porque le dolía.
- ¿Y si hacemos algo? -
- Te escucho -
- Cuando me queje me callas con un beso así iremos más rápido - sonrió
- Tu lo que eres es un listo - reí
- Un listo que quiere tus besos - sonreí.
Empecé otra vez a curarle las heridas y pues como dijo el cada vez que se quejaba le daba un beso.
Pero ya el último beso que le di empezó a subir de tono. Alonso me levantó de la silla en la que estaba y me sentó en sus piernas. Empezó a subir sus manos de los muslos hasta el dobladillo de mi camiseta, luego lentamente metió la mano dentro de mi camiseta y trazó círculos en mi barriga. Y luego subió más arriba.
- Chicos es hora de que vayáis a clase - dijo la enfermera y con el susto caí hacia tras, es decir al suelo.
- Auch -
- ¿Estas bien ___? - me preguntó la enfermera.
- Si, si ahora vamos - respondí, creo que ahora mismo estoy como un tomate. Luego salió dejándonos otra vez solos.
- Por poco - dije
- Tampoco es tan malo que nos divirtemos a veces -
- Ya, pero no aquí -
- Aquí es más divertido - susurró en mi oído.
- Anda vámonos - dije y bufó, tengo que admitir que también me gustaría divertirme pero no estoy preparada.
[...]
Subimos a la clase, pero Alonso me paró en medio de las escaleras.
- Ven -
- Alonso no me voy a perder más de esta clase - dije dispuesta a seguir mi camino.
- Por favor - dijo haciendo un puchero de cachorrito.
- Oh, no eso no - dije tapándome la cara para no verlo.
- Anda ___ sólo un momento -
- Ok, me rindo. Sólo cinco minutos -
- Vale - dijo poniendo el cronómetro de su reloj, no creo que hiciese falta el cronómetro, pero mejor.
Empezamos a caminar, me sonaba mucho ese camino.
Cuando llegamos, vi donde estábamos, el cuarto del conserje dónde había estado con Jos hablando.
- ¿En serio? ¿Me has traído aquí para esto? -
No contestó y empezó a besarme, luego bajó por el cuello y dejó unos besos húmedos, sus manos llegaron al dobladillo de mi camiseta y las mías al dobladillo de su camisa.
Pero el momento "mágico" acabó cuando pitó el reloj. Y sorprendentemente antes de que Alonso lo hiciese bufé yo primero y seguí besándolo.
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Lo siento por la tardanza, exámenesBeeeshoooosss :**
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Del odio al amor hay un sólo paso (Alonso Villalpando y Tú)
Fiksi Penggemar-¡Te odio! - dije -¡Me amas! - dijo -¡Eres insoportable! - dije Él sólo se rió