Introduccion.

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Yo estaba sentado sobre la rama de un árbol, no era tan alto, ni tan grueso, ni tan viejo. Hablo del árbol no de mí.


El pelotazo me dolió, pero la caída, me destrozo. Nunca había sentido, tanto dolor en mis 10 años sobre esta tierra.


El chico nuevo en la cuadra fue quien me golpeo con la pelota, no sabía su nombre, ni me importaba saberlo.


Me levanté, sacudí mi ropa y corrí a casa, la nariz me sangraba demasiado, digo no sé cuánto es la cantidad normal de sangrado nasal por día en una persona de 10 años. Yo solo veía sangre en mi remera y como mis pies cada vez iban más aprisa.


Entro a casa, la nota sobre la mesa decía


"hijo fui a visitar a Norma la vecina, mientras tu padre está en la oficina, si no llego temprano la cena está en el horno". Lo que en realidad quería decir esa nota es. "hijo vuelvo tarde voy al bar, mientras tu padre se encuentra con su amante en el motel barato de siempre".


Entro al sanitario lavo mi nariz, me miro al espejo, la tenía roja e hinchada. Voy a la cocina tomo la cena del horno, se la doy al perro. Salgo al patio me prendo un cigarro, mi remera continua con sangre en ella.



La Calle Invita.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora