Siesta.

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ㅡ¿Qué te pasó?

Apenas llego a la escuela y soy recibido por preguntas de parte de mis amigos acerca de mi apariencia. Y sinceramente no los culpo, porque aunque mi cabello y ropa estén en perfecto estado, mi rostro no.

Tengo unas grandes y horribles ojeras, por haberme dormido a las cuatro de la mañana, luego de vomitar unas dos veces. Y por cierto, también vomité luego de comer el desayuno, así que se podría decír que tengo el estómago vacio.

ㅡCállense.

Murmuré entre dientes, pasándolos de largo y caminando hacia la entrada. Sentía que mi cabeza iba a explotar.

ㅡ¿Estás enfermo?

Preguntó Myungho, acercándose a mi, negué.

ㅡHueles a alcohol...ㅡ susurró Sung, luego olerme sin que me diera cuenta, le dí un manotazo.

ㅡ¡¿Qué?!

Me tomé la cabeza con ambas manos, lo único que quería era matar a Myungho y a Seokmin, pero primero debía ir a hablar con Leo.

ㅡUstedes entren, yo ya vuelvoㅡ dije y comenzé a caminar.

ㅡ¿A dónde vas?ㅡ preguntó Myungho, volteé la cabeza.

ㅡ¡Con Leo!

Grité, ya estando bastante lejos, cosa que no debí haber hecho porque al levantar la voz, una puntada de dolor hizo que soltara un insulto.

Cerré los ojos con fuerza y me mantuve quieto hasta que se pasó el dolor, miré a mi arededor, levantando la cabeza y pestañeé un par de veces hasta que me acostumbré a la luz.

Reinicié mi carrera y a paso rápido, evitando a los demás alummos y pidiendole a todos los dioses que Dongmin no se metiera en mi camino.

Por suerte no fue así y logré llegar.

Entré al polideportivo y me dirigí a donde estaban las oficinas y en donde Leo estaría. Caminé por uno de los largo pasillos y al llegar a la última puerta a mi izquierda, paré y toqué un par de veces.

Esperé a que alguien abriera, pero al no obtener respuesta, abrí. Vacio, no habia nadie allí.

Confundido salí y cerre detrás de mi.

ㅡ¿No vino?
Susurré en voz baja.

A lo mejor está en su salón.

Pensé y di la vuelta para salir, pero algo chocó contra mi pecho.

ㅡLo sientoㅡ dijo una voz conocida.
Miré hacia abajo y me encontre con aquellos oscuros ojos que tan bien conocía.

Hyung.

Dije, él levantó las cejas y sonrió.

ㅡHola, Gyu. Lo siento, no te ví.

Negué, sonriendo.

ㅡNo pasa nada, yo tampoco estaba prestando atención.

Cheol asintió y me percaté de que en sus manos llevaba una gran bolsa con equipo de entrenamiento.

ㅡ¿Viniste a ver a Leo?ㅡ preguntó, asentí.

ㅡPero no está aquí.

ㅡÉl me llamó por la mañana, dijo que está enfermo y que se tomará un par de días para descansar.

Solté un insulto en voz baja, lo que hizo que hyung riera. Me sonrojé.

ㅡ¿Seguiremos entrenando sin el capitán?ㅡ pregunté, algo preocupado, porque no faltaba nada para el tornéo.

❝ boყfrιᥱᥒd ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora