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Jung Hoseok, era el nombre de aquel chico que lo atendió un día cualquiera en el que visitaba una cafetería inusual, ya que en este se encontraba una vieja librería que estuvo a punto de cerrar por falta de visitas. El café quedo a segundo plano en el momento en que lo vio, tan inexplicablemente llamativo con esa sonrisa.

Sus intenciones siempre habían sido claras para con aquel chico, el elogiarlo se había convertido en su café de las mañanas. No iba a mentir, al principio solo le considero un chico de apariencia agradable, alguien que le causaba cierta inspiración solo con verlo, pero su misma curiosidad resulto ser un arma de doble filo. Cada día al lado de ese chico eran difíciles de explicar en simple papel, pero lo intento, cada pequeña frase que escribía pensando  en el (en esos momentos) pelirrojo eran entregadas ese mismo día, cada pensamiento plasmado en papel le fue entregado al chico con sonrisa de corazón. 

Con el tiempo consiguió algo mas que "un pequeño romance de niños" porque, a pesar de tener pasados veinte años, decidió hacer las cosas bien con ese chico, sabia que lo valía, cada rosa que entrego, cada beso inocente e infantil, cada sonrisa que fue acompañada en sus tardes en aquel café.

Realmente lo amaba, pero no todo era tan fácil, a pesar de tener la misma edad no significaba que era su momento de estar juntos. Hoseok regreso a su ciudad natal para terminar sus estudios, los cuales habían sido pausados por necesidad de dinero, pero ahora que las cosas estaban bien, ya no era necesario que trabajara en esa cafetería. NamJoon lo comprendía, sin importar cuanto quisiera pasar cada uno de sus días al lado de ese joven no era posible aun. El también necesitaba terminar sus estudios, no necesitaba trabajar por el hecho de que sus padres podían darle esos pequeños lujos, pero el terminar su carrera en literatura era una meta personal, escribir y plasmar con palabras cada cosa que veían sus ojos de ese mundo le era hermoso, mas aun si tenia a quien enseñar sus pequeñas obras. Para él, no era el fin del mundo que Hoseok se fuera, lo extrañaría, claro que si, pero aun podían mantener contacto por llamadas y mensajes, en sus vacaciones podrían visitarse, y tarde o temprano volverían a estar juntos para logras sus sueños al lado del otro. 

NamJoon se encargaría de mandar una carta a HoSeok al menos una vez por semana, escribiendo en ella cada bella palabra que se le sea reflejada en su mente al pensar en su pequeño sol, a pesar de poder escribirle eso mismo por mensaje de texto, no era lo mismo que una carta, hecha a mano con su puño y letra, escrita con el mas puro amor que le es posible sentir en su corazón. 


°Para: Hoseok°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora