Capítulo 1

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El primer día de instituto llegué tarde, como de costumbre. No conocía el centro , y mucho menos las aulas.

Un profesor se acercó a mí. 

- ¿ A dónde cree que va?- me dijo-.

- Me he perdido- respondí-.

Él me miró de reojo y luego me hizo una señal para que le siguiera. Subimos las escaleras para la próxima planta y me indicó la puerta de mi nueva clase.  Llamó. - No quería molestar, pero aquí está la chica nueva-.

Genial, lo único que no quería era llamar la atención. Tarde.

Entré y miré a mis veinti y pico compañeros.  Ellos tenían la mirada clavada en mí.  La profesora se acercó sonriente. 

- Hola, preciosa, ¿puedes presentarte?-.

Asentí,  pero me costó empezar.

- Soy Alice...Al. Tengo 16 años y soy de Inglaterra,  concretamente de Londres. Estoy aquí por que me he mudado,otra vez-.

Acto seguido escuché unas risas. Provenían de la fila de atrás.  Un chico guapo, de ojos verdes y pelo rizado se reía junto con un rubio de ojos azules. El rubio se reía de una forma alborotadora y bastante molesta.

- Harold, Niall, ¿qué les hace tanta gracia?-dijo la profesora-.

- Su camiseta - respondió Harold- Esa ridícula camiseta de La Guerra de las Galaxias.

Miré despacio hacia abajo, mi camiseta favorita. No toleraba que nadie se metiera con Star Wars.

- Star Wars es un clásico.  No sé si lo sabes. Y no voy a permitir que te metas con mis gustos,  me oyes, ¿ricitos?-.

No sabía de dónde había sacado esa valentía y confianza.  Pero me arrepentí de mis palabras después.  Harold se levantó de la mesa y fue hacia mí.  Me cogió del cuello de la camiseta y me dijo: 

- No me vuelvas a hablar así,  ¿vale friki? o te rompo en mil pedazos-.

No pude hacer otra cosa que sonreír.  Me hacía gracia que alguien más bajito que yo me amenazase. Pero contuve la risa.

La profesora cogió a Harold del brazo y lo llevó a Jefatura.  Me dijo que me sentara en el sitio de él,  y eso hice.

Tiré mi mochila al suelo y me senté en la silla. Todo el mundo me miraba. Era irritante. Saqué de la mochila un bolígrafo y un papel y me puse a dibujar. Pasaba de prestar atención a toda esa gente.

Harold StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora