ESQUIZOFRENIA

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La esquizofrenia es un trastorno mental crónico y grave caracterizado por alteraciones del pensamiento, la percepción de la realidad y el comportamiento. Los pacientes pueden perder el contacto con la realidad (psicosis), sufrir alucinaciones, delirios (creencias falsas), tener pensamientos anormales y problemas en el funcionamiento social y laboral.

Etimológicamente significa "mente escindida". Con este término se quería subrayar las alteraciones en el pensamiento que presentan las personas que la padecen.

Prevalencia

La esquizofrenia afecta a aproximadamente el 1% de la población y los primeros síntomas suelen aparecer en la adolescencia o durante la juventud. Es más frecuente en hombres -que además suelen desarollarla de manera más temprana- que en mujeres.

Causas

El origen de la esquizofrenia no se conoce con certeza. No obstante, cada vez existen más evidencias de que una combinación de factores genéticos, neurobiológicos y ambientales contribuyen al desarrollo de este trastorno.

Alteraciones en el desarrollo del cerebro

En los últimos años se ha puesto de manifiesto que podría ser una enfermedad del neurodesarrollo, ya que la mayor parte de los hallazgos neurobiológicos (afectación de las vías cerebrales relacionadas con el glutamato, la serotonina, la noradrenalina y la acetilcolina) son compatibles con alteraciones del desarrollo cerebral temprano.

Estudios con técnicas histopatológicas y con técnicas de neuroimagen, como la resonancia magnética (RM), han detectado anomalías en la estructura de determinadas regiones cerebrales. Otras técnicas, como la tomografía de emisión de positrones (PET), han permitido observar algunas alteraciones en el funcionamiento del cerebro de estos pacientes en comparación con el de personas sanas. Conjuntamente, estos hallazgos apoyan la teoría de que la esquizofrenia puede tener su origen en alteraciones del desarrollo cerebral muy precozmente, en concreto, durante el desarrollo del cerebro embrionario.

Predisposición genética

Se sabe que el riesgo de padecer el trastorno es mayor cuando existen antecedentes familiares. Sin embargo, la presencia de antecedentes no es una condición necesaria ni suficiente; muchos pacientes no los presentan y muchos sanos, sí. Esto indica que otros factores no genéticos también juegan un papel importante en la génesis del trastorno. Por otra parte, todavía no se conocen bien las alteraciones genéticas implicadas.

Alteraciones en moléculas del cerebro

Se ha observado que diversas sustancias del cerebro conocidas como neurotransmisores (los responsables de que las neuronas se comuniquen adecuadamente) pueden estar desequilibradas en la esquizofrenia. Los estudios sobre estas sustancias están siendo muy importantes para el diseño de fármacos cada vez más efectivos.

Infecciones del embarazo y complicaciones del parto

Está en estudio si algunas infecciones por virus que afecten a la madre durante el embarazo pueden ser responsables de alteraciones del desarrollo cerebral normal del feto y que, con el tiempo, acaben desencadenando enfermedades. Por otra parte, se ha relacionado este trastorno con complicaciones durante el parto (traumatismos, anoxia cerebral).

Consumo de sustancias tóxicas

El riesgo de esquizofrenia asociado al consumo de cannabis ha sido constatado por diferentes estudios pero todavía queda mucho por estudiar. Lo que parece claro es que consumir esta droga durante la adolescencia incrementa el riesgo de esquizofrenia en individuos predispuestos.

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