AMOK

84 7 0
                                    

El síndrome de Amok es un trastorno muy poco común cuya principal característica es la aparición de un brote de furia salvaje que induce al sujeto a un comportamiento asesino, provocando el asesinato o lesiones graves con intención de matar a todas las personas con las que se encuentre el sujeto.Este brote o episodio surge de forma aparentemente aleatoria, sin que exista ningún fenómeno que provoque el ataque. Dicho episodio suele acabar con la muerte del sujeto, siendo producido bien por el suicidio del sujeto o bien por el hecho de ser abatido con el fin de detener el ataque.

Se ha observado además que en muchos casos los individuos con este síndrome presentan una serie de pródromos o síntomas que indican la posible presencia futura del trastorno. Concretamente resultan comunes la presencia de una depresión moderada, aislamiento y un elevado nivel de fatiga.

En los casos en que el sujeto que presenta el síndrome de Amok sobrevive, se ha observado la presencia de amnesia lacunar (es decir no recuerdan el episodio homicida) y un elevado nivel de fatiga y agotamiento tanto físico como mental.

Se trata de un síndrome tradicionalmente vinculado a la cultura, visualizado y descrito por primera vez en la población malaya. Históricamente también se ha asociado a otras culturas, como en el caso de los guerreros Berserker vikingos, los cuales eran conocidos por entrar en un estado de rabia en batalla durante el cual agredían tanto a enemigos como a aliados con especial ferocidad y resistencia al dolor.

Etiología (causas) del Amok

Las causas de este trastorno no son aún bien conocidas, debido a su poca prevalencia general y al hecho de que una gran parte de afectados acaban muriendo, sea mediante suicidio o siendo abatidos para poner fin a su actuación.

Sin embargo, se señala que para la población malaya este síndrome se consideraba una respuesta a la frustración y a la humillación. Asimismo también las creencias de tipo religioso de esta población, en las que se incluían las ideas de posesión por parte de espíritus, facilita la sugestión y presencia de este tipo de actuaciones, así como de una interpretación mágica del fenómeno.

Se ha detectado asimismo que la presencia de trastornos físicos crónicos es relativamente común en sujetos con síndrome de Amok, y no resulta totalmente descartable que suceda durante un episodio de intoxicación por sustancias. Concretamente se ha observado que en las regiones indonesias donde se detectó este trastorno es común el consumo por parte tanto de adultos como de infantes de Brugmansia suaveolens o floripón, el cual se utiliza como calmante así como para preparar bebidas alucinógenas.

Un trastorno no tan específico de la cultura como se pensaba

Si bien se considera un trastorno ligado a la cultura, el síndrome de Amok se ha visto a lo largo de los últimos tiempos expandido y exportado a un nivel más global, siendo asociado por algunos expertos a múltiples asesinatos en masa producidos recientemente. Sin embargo, no está claro hasta qué punto es debido al intercambio cultural, ya que no se puede separar el aumento del alcance de la globalización de otros factores que también podrían explicar este fenómeno.

Perfil típico del afectado

Se ha mencionado con anterioridad que el síndrome de Amok es un trastorno muy extraño y difícil de ver en la población. Sin embargo, las graves implicaciones y consecuencias de este síndrome han provocado el estudio tanto de este trastorno como de las características de aquellos que lo padecen, con lo que se han visualizado patrones comunes en los sujetos que lo han padecido.

Trastornos como la esquizofrenia, los trastornos de ansiedad, la depresión mayor o el trastorno obsesivo-compulsivo son ampliamente conocidos por la gran mayoría de la población.

Todo sobre las enfermedades mentalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora