¿Te arrepientes?

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-¡Oh! -Sin lugar a duda Hua Cheng fingió sorpresa al verme.

-Qué sorpresa, ¿qué te trae por aquí? He Xuan, demonio de las aguas negras -mientras decía eso me puso una sonrisa falsa.

-Sabes perfectamente a qué vengo...

-Mmm, ¿a devolver dinero? -en ese instante su sonrisa era más amplia y mucho más falsa.

Sin poder controlarlo solté un pequeño suspiró.

-Quiero pedirte prestado un poco más...

-Oh...

-Yo... Lo necesito.

-Pero ya has abandonado tu perfil del Dios de la tierra y tampoco posees espías en el Cielo, ¿qué beneficio podría sacar en estos casos para que yo te preste más dinero?

-Te dejaré mi territorio...

-Que determinación -volvió a sonreír falsamente. -¿Cuánta es la cantidad que quieres pedir prestada?

Cuando dije la cifra, hubo un momento de silencio, parecía que Hua Cheng realmente se había sorprendido, pero rápidamente me asintió.

-Te lo enviaré directamente.

Asentí con la cabeza y no dije nada más, me giré para marcharme cuando Hua Cheng me llamó.

-¿El Dios del viento sigue vivo?

Me gire y levante una ceja con algo de extrañeza.

-No me interesan tus asuntos, simplemente Shi QingXuan, es amigo de Gege. Y Gege está preocupado por él.

No conteste a su pregunta y me volví a girar para marcharme.

-¿Te arrepientes?

Esta vez contesté sin dudarlo ni un segundo.

-Nunca.

De algún modo sin girarme y habiéndome alejado bastante podía sentir el pequeño bufido que había soltado Hua Cheng, sin lugar a duda se estaba riendo.

-No lo parece -dijo Hua Cheng tras el bufido.

Tras volver al palacio, efectivamente en la entrada principal se encontraba el dinero que le había pedido prestado.

Cogí algo del dinero prestado y lo junte con el dinero que había ganado vendiendo el arma espiritual del Dios de la tierra, realmente pensaba que podría haber conseguido más dinero, quizás sí debería haber hecho más caso a Shi QingXuan y haber cuidado un poco más aquella pala, de repente me di cuenta de que había una incoherencia en lo que estaba diciendo, ¿por que seguía pensando en él? no era acaso estúpido...

Suspiré y decidí que debía ir a conseguir comida, realmente tenía un hambre feroz.

Llegué a una ciudad bastante bulliciosa, era un lugar bastante animado la calle principal estaba repleta de personas y realmente había muchos puestos de comida.

-Quiero 10 tazones de fideos y este pastel.

«A Shi QingXuan le gusta y si no se lo compró después se pondrá a hacer mucho ruido.»

En medio de ese pensamiento el vendedor había terminado de hacer los 10 tazones.

-Listo señor, aquí tiene sus 10 tazones de fideos y el pastel que había pedido, gracias por la espera.

Esta vez (ShuangXuan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora