Capitulo 3.

888 68 18
                                    

Había pasado un mes y todavía no podía creer lo que me había pasado desde enero

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Había pasado un mes y todavía no podía creer lo que me había pasado desde enero. He sido admitida al equipo de animadoras, tengo una nueva amiga y lo mejor es que estoy en el club de fotografía. Una de las cosas que más quería era eso, entrar en el club, poder seguir tomando fotos, para que dentro de unos años seguir estudiando para poder trabajar en lo qué realmente quería. En eso recordé lo que pasó hace en enero cuando me dirigía a mi casa y lo que había pasado.

"—Te veo feliz. Eso me gusta. –Dijo Charles, abrazándome por la espalda.

Me había sonrojado al sentir como me abrazaba, podía sentir su olor corporal, su perfume, todo lo que me llegaba a encantar de él.

—Estoy más que feliz, he sido admitida al equipo de animadoras.

—¿Enserio? Cuanto me alegro, significa que vas animarme al jugar. Va ser divertido verte con el uniforme.

—Idiota. –Dije dándole un codazo– Me lo voy a poner y me dices que tal me queda.

—Seguramente te quedará perfecto, como todo.

Habíamos llegado a mi casa, a lo que nos dirigimos a mi habitación sin hacer ruido ya que no se sabía si mis padres había llegado o no. Charles se quedó en mi habitación esperando a que yo saliera, mientras yo estaba en el baño cambiándome de ropa. Me vi puesto con el uniforme, sinceramente no me quedaba tan mal, de hecho me gustaba, creo que podría acostumbrarme a este traje la verdad. Charles aún seguía en mi habitación a lo que tocó mi puerta esperando una respuesta.

—¿Has terminado?

—Si, pero no se... me da algo de vergüenza.

—Tú, ¿teniendo vergüenza? Por favor, no me hagas reír.

—No estoy tan segura.

—Te prometo que no me reiré. –Me entre a la habitación.

—¿Qué te parece? –Pregunte nerviosa.

—E-Est... Te queda bien.

Vi que se había sonrojado cosa que no veía todos los días, se veía algo tierno verlo así. Ya que no solía sonrojarse o tartamudear por nada, al contrario, era él el que hacía que todos se sonrojaran. Pero esta vez era diferente, fue el que se sonrojó y pienso burlarme un poco de eso.

—¿Te has sonrojado?

—No.

—Si, lo has hecho.

—Que no, serán imaginaciones tuyas.

—No, te has sonrojado. El gran Charles Coluzzi se sonrojó.

—Que no lo he hecho.

—Como tú digas.

—Te queda bien.

—¿De verdad?

—Si. Ponte ahí, déjame captar este momento. –Dijo cogiendo mi cámara para tomarme una foto.

La mitad de mi foto (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora