Dulce amor [Toyomitsu Taishiro y Tu ]

《 8 》

{Caricias de amor }

-La compañía de un ser amado es lo mejor que puede haber en el mundo-

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Una dulce noche tranquila, bueno si nos referimos a los chocolates que se había comido hace unos minutos atrás estaba preparando la tina, para darse un baño caliente relajante, se despojo de sus ropas para luego quitarse su bata y meterse a la regadera dejo el agua correr.

Luego de darse un baño durante unos 40 minutos, salió de la regadera para dirigirse a la amplia tina y quitarse la toalla que estaba envuelta en el cuerpo de ella y dejarla colgada en un gancho, meter sus pies seguido de todo su cuerpo dejando su cuello sobre el agua calidad con olor a rosas.

-Relajante~—Pronuncio esas palabras con una sonrisa de satisfacción —

No sabía a qué hora llegaría su esposo, así que decidió tomarse un largo baño coloco sus audífonos inalámbricos y dejo reproducir su lista de música, su cabello estaba recogido en una corona de trenza con uno que otro mechón rebelde fuera de este los cuales ataban en los lados de sus orejas.

No noto que una figura masculina había entrado al baño para luego meterse a la regadera para darse un baño, estaba con los ojos cerrados escuchando la melodía que sonaba de sus audífonos, unos 10 minutos más tarde sintió como un cuerpo se adentraba detrás de ella en la tina abrió los ojos y giro su cabeza sobre su hombro encontrándose con el torso de su esposo el cual conocía a la perfección.

-Bienvenido Taishiro-san—le dio una sonrisa mientras su esposo rodeaba con sus brazos la cintura de ella recargando su mentón en el hombre de ella —

-Estoy en casa T/N-chan —le dio un beso en hombro provocando un sonrojo en las mejillas pálidas de la mencionada—

-S-si, ¿cómo fue su día? —Pregunto calmando un poco su nerviosismo—

-Cansado, y como has notado fue un batalla difícil —soltó un suspiro, mientras se refería a que ahora estaba en su forma esbelta —

-¿Sus heridas? — Se volteo un poco mientras colocaba sus manos en el pecho de este activando su Quirk sanando los rasguños que tenía el mayor—

-Gracias cariño —le dio un beso en la frente a la pelirroja —

La fémina solo asintió mientras le daba la espalda al rubio, mientras se recostaba en el pecho de este retirándose los audífonos colocándolos en la orilla, por suerte el volumen de la música estaba baja.