𝐇𝐃𝐀 || Creyeron que habían triunfado, pero fue todo lo contrario.
Los susurradores habían ganado la batalla, las comunidades cayeron en desgracia y solo Carl Grimes logró sobrevivir. Ahora estaba con su soledad, peleando contra todo, o eso creía...
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Carl POV
El capitán caminaba de un lado al otro por la pista de aterrizaje con la mandíbula tensada, una mano detrás de su espalda y la otra sosteniendo el papel que sus ojos no podían dejar de leer, lleno de furia. Sintiéndose con deseos de asesinar cruelmente a los que se atrevieron a realizar tal hazaña en su ausencia. Las cabezas agachadas de toda la población de la gran organización y el silencio de ultratumba no dejaban de ser el cuadro de un momento tenso y hasta miedoso en el que se encontraba sumergidos.
Simplemente no habían pasado más de 2 horas desde la partida del mandatario y su destino — al que estaba muy pronto de aterrizar — debiendo cancelar aquello por un llamado de urgencia de parte de Jadis, que exasperada le rogó su regreso ante lo incontrolable que se encontraba el cuartel debido a la alteración de los soldados y demás personal por una nota formulada por unos supuestos "Soldados de la verdad".
La mano del canoso se elevó haciendo una señal para que el squand que lo había acompañado eleve sus armas contra todos los presentes en señal de amenaza, llevando su caminar hasta el mismo pupitre que esta mañana había utilizado para despedirse, en motivo de realizar un discurso lleno de desconformidad por lo transitado durante estas horas amargas.
— ¡ATENCIÓN! — gritó Shane, formando para que todos realicen el mismo proceso en respeto al mayor.
Este al encontrarse todos atentos, no tardo en acomodar el micrófono para comenzar su discurso.
— Me siento plenamente decepcionado de su actitud rebelde y poco razonable. — declaró en seco, dejando el papel sobre aquella madera que le brindaba apoyo de material — En que crean en estupideces sin sentido cuando este lugar les da la oportunidad de ser los creadores de un gran futuro.
Elevó su semblante, colocando sus manos detrás de su espalda para observar a parte de sus soldados que se encontraban enfrente. Siendo entre nosotros, los tres Grimes y los Walker quienes permanecíamos contemplándolo con atención. Su seriedad se profundizó, apretando sus labios con molestia.
— Quien haya hecho esta porquería — tomó rápidamente el papel para enseñarlo — lo encontraremos y lo eliminaremos, porque definitivamente es una amenaza peligrosa para nuestra construcción tan preciada, algo que no dejaré que destruyan jamás.
Sus manos poco amigables apretaron y arrugaron el papel para lanzarlo a lo lejos, colocando ambas luego sobre la madera. Se notaba que su mentira ya no estaba tan segura como creía y eso me llenaba de entusiasmo, porque su debilidad había salido a la luz, siendo nuestro plan más cercano en cada paso que dábamos.
