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—¿Zayn? ¡Zayn! —susurró Safaa al tiempo que me sacudía.

—¿Qué pasa pequeña?— Le pregunté sonriendo por su actitud mientras restregaba mis ojos.

—No puedo dormir, tengo miedo— dijo abrazando fuertemente a su muñeca, la muñeca que mamá le había regalado por su cumpleaños hace tres años.

—No tengas miedo pequeña, eres una Malik y los Malik somos fuertes— dije al tiempo que el bus en el que íbamos pasaba por una curva —además, no dejaré que te hagan daño, tendrán que pasar por mi cadáver antes de lograrlo, ¿Si pequeña?— ella asintió —Ahora debes dormir, mañana será un día cansado.

Ella me miró a los ojos por unos segundos antes de sonreír, para luego voltear a mirar por la ventana del autobús antes de caer dormida.

Sonreí ante eso, pues, a pesar de todo lo que habíamos pasado. Aún tenía a Safaa conmigo.

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—¡Harry!— Gritó Safaa corriendo hacia el rizado.

Llegué a su lado con paso lento, lo cual provocó que el rizado girara los ojos.

—¿A que se debe semejante demora Malik?— preguntó de manera divertida cuando me vio, con Safaa en sus brazos.

—¿A que se debe semejante pregunta, Styles?— respondí de la misma manera.

El dejó a Safaa en el suelo y murmurró algo entre dientes antes de contestar.

—Responder la pregunta de una persona con otra pregunta es de tontos, ¿lo sabes?

Safaa y yo reímos ante eso, pues generalmente era Harry quien respondía a mis preguntas con otras preguntas.

—Es bueno volver a verlos chicos— dijo Harry mientras se agachaba para estar a la misma altura que mi hermana —Pero, me alegro más de ver a esta pequeña señorita— dijo inclinándose para poner su dedo en la nariz de Safaa antes de volver a su altura normal.

—Zaynie —susurró ella tomando mi mano —tengo hambre —dijo mirándonos.

—Suenas como Niall —dijo Harry sonriendo.

—¿Nail? —le pregunté—, ¿Quién es Nayal?

Harry rió ante eso antes de contestar.

—Su nombre es Niall, no Nayal ni Nail, y es el mejor amigo de mi amigo —contestó el mientras buscaba algo en sus bolsillos (su billetera, supongo)

—¿Estás seguro de eso?— le pregunté alzando una ceja, técnicamente ese tal 'Niall' también debería de ser amigo de Harry.

—Si, por eso te lo dije— reí al ver como seguía buscando su billetera en sus bolsillos, la cual, para su desgracia, estaba en manos de Safaa.

—Bien, yo invito— dije, poniendo mi mano sobre su hombro.

—Si... que bueno, entonces... yo... eh...— Safaa se rió por la cara de Harry, la cual mostraba confusión, pues cuando Harry se había agachado para hablar con Safaa, ella le había mostrado que tenía su billetera. Harry la tomó y nos indicó el camino a la tienda más cercana.

|Δ|

Había hablado con Harry hace un par de días y él había accedido a que Safaa y yo nos quedáramos con él en su casa (ejem, mansión, ejem), la cual había sido el regalo de sus padres cuando cumplió la mayoría de edad, por todo el tiempo que quisiéramos.

Todo el camino hacia su casa nos contó una que otra de sus bromas, las cuales eran malas (¨¿Qué? ¿No te gustan mis bromas? Al menos a Safaa si, ¿no es cierto pequeña?¨), sobre su familia (¨Gemma tiene un nuevo novio, no me da buena espina, es más, ¡lo odio!¨) y también nos contó que su padre había decidido inscribierme a la misma universidad a la que iba Harry (¨¡Seremos compañeros! ¿No es genial? Más te vale no humillarme Malik¨) y a Safaa en una escuela cerca ("Si alguien se mete contigo Safaa, se meterán con la furia de Zayn Malik y de Harry Styles, ¡Lo juro!")

—Bienvenidos a la mansión Styles —dijo cuando llegamos, los padres de Harry habían sido amigos de mis padres, quienes trabajaban en lo mismo que ellos, según lo que me habían contado mis padres de su extraño trabajo (lo cual no se acercaba a decir poco) sus 'aliados' eran los Styles y los Payne, por lo cual, nosotros, sus hijos, también tendríamos que ser amigos mutuamente. Pero ni Safaa ni yo conocemos a nadie de la familia Payne, solo a los Styles.

—Tú —dijo Harry señalándome —tu habitación está en el segundo piso, es la de huéspedes, la que está al lado de la mía—dijo Harry subiendo las escaleras.

Lo seguí, aunque para cuando lo alcancé, él ya había dejado a Safaa en su habitación y llegado al segundo piso. Estaba al frente de una puerta de madera, supuse que esa debía de ser mi habitación y mis sospechas se confirmaron cuando Harry abrió la puerta diciendo: "Espero que te guste, porque no voy a cambiar nada de ella".

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