Mi nombre es Ariadne y tengo quince años. De pelo castaño y lacio, ojos marrones y de altura media. Con flequillo recto y unas gafas de pasta negra grandes y cuadradas.
Vivo en un pueblo de Burgos, con mis padres y hacía poco que también con mi hermana, pero se fue a vivir con nuestra abuela a Almeria. Se llama Sara Anderson, chica de quince años, morena con el mismo tono de ojos que yo. De carácter ocurrente y tolerante. La hecho muchísimo de menos, todavía seguimos en contacto y nos llamamos de vez en cuando para saber la una de la otra.Siento un vacío enorme desde que se fue, aunque ya estoy acostumbrada a ser hija única en casa, pero sigue siendo complicado, porque no en todo momento se puede estar conectada al móvil para que cuelquier persona te escuche cuando estas en tus peores momentos. Estos últimos años los estoy afrontando sola. Porque pienso que mis padres no sabrían entenderme y como siempre acabamos discutiendo por algo, prefiero guardarme las penas para mí y mi habitación. De ahí no sale.
He ido notando el cambio que di al entrar en el instituto. Personas nuevas, clases, asignaturas y había un montón de pijoteros que solo les importaba la ropa que llevabas a suspender con una pésima nota.
~ Primer día de instituto ~
En una mañana de principios de septiembre, cansada de recién salida de la cama. Mi desayuno ya estaba preparado, encima de la mesa. Leche con colacado y tostadas con aceite. Como de costumbre, mi madre ya estaba dando voces porque tardé lo mío en levantarme.
Me terminé mi desayuno, entré y abrí el armario de mi habitación, seleccioné mi ropa, unos vaqueros largos y una camiseta de tirantes azul de "martini ". Rápido, me lavé los dientes, recogí mi bolso del suelo, en el que llevaba una simple libreta y un estuche que no utilizaba desde hace tiempo, alcancé del perchero la sudadera y salí de casa.
Hacía una brisa fresca de otoño, llevaba puestos los auriculares con mi musica puesta en el mp4. Estaba ansiosa por conocer a mis nuevos compañeros de clase.
Al llegar, que horror, no sabía a donde ir, no tenía ni idea de donde estaba mi clase. Me adentré al holl, y encontré a varias personas, que también parecían estar en el mismo estado que yo.
Un chico se acercó a mí y me preguntó.
-Perdona, ¿estás en la misma clase que yo? Estoy perdido.
-Digamos que yo también lo estoy un poco. ¿Viste pasar a alguna profesora?
-Nos mandaron a la biblioteca, pero no sabemos donde está.
Pronto, una señora de pelo corto y de un color rojizo, preguntó si éramos la clase de 1B, todos asentimos y nos guiaron hasta la biblioteca. Era bastante grande y tranquila, pero las mesas y las sillas, que eran del tamaño de un niño de primaria, lo hacían parecer más pequeña. También había algunos posters de ciencias, que hacían la sala más infantil.
Me fijé en el chico que antes me preguntó. Era bastante guapo y más alto que yo. Tenía el pelo no muy corto, castaño y peinado hacia atrás pero muy natural nada de gomina. Sus ojos al igual que los míos, marrones.
Llevaba un pendiente en la oreja izquierda, le quedaba super bien.Me senté junto con dos chicas que parecían simpáticas.
-Hola, ¿cómo te llamas?
-Hola, soy Ariadne. ¿Vosotras?
-Somos Sandra Coleman y Michelle Clere.
Sandra tenía el cabello largo de color azabache, un poco ondulado. Su rostro era alargado con un flequillo recto. De ojos verdes claros. Y Michelle de pelo lacio y moreno. Con unos ojos miel preciosos.
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Valorate.
Teen FictionUna chica que se valora, asi por su titulo. Porque quiere lo mejor para ella aunque le cueste. Que lo que persigue, lo alcanza, de la manera que sea o de la forma que vea. Da igual lo dificil que llegue a ser. Ella hace las cosas por amor. Le gusta...