Miedo.
Me da miedo saberme poseída
por corrientes tejidas,
desconocidas,
no visibles para cualquier ojo humano de este mundo.
Y me retuerzo boca abajo.
construyéndome,
todo me mata y a su vez con los juegos tóxicos e inmoralesme mantienen vida.
Hay tantos fantasmas a mi rededor,
amándome,
reposando conmigo ante respuestas manoseadas.
Ya me reconozco...
Pero chupo a llanto amargo la hierba,
por lo que soy,
y hasta por el amanecer que nunca seré.
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La amarga hierba
PoesíaMe está destrozando la espina y todavía no puedo arrancarme los puñales picándome la carne.