No te quiero (a ratos) 【𝔥𝔞𝔪𝔬𝔫𝔠𝔦𝔩𝔬𝔲】

«Hace unos días»

Hace unos días mi padre enfermó y con los ojos de la luna me topé. En mal momento me comuniqué con su blancura, porque el temblor de mi voz hacía que mis palabras pareciesen el viento temeroso que anuncia una tormenta.

Aún así la miré y me desahogué con ella, dentro de mí le rogaba que me entendiera porque suelo ser torpe con las palabras, sin embargo cuando miré su brillo me tranquilicé, porque sabía que había tomado las palabras que mi magullado corazón intentaba entregarle.

Hace unos días mi padre enfermó, los ojos de la luna me observaron con quietud, porque quería gritarle mis plegarias a alguien sin embargo no sabía a quién.

Hace unos días, en realidad ayer, me encontré orándole a todo y nada a la vez. Dieciocho años sin una religión plasmada hizo que mis huesos no fueran ni colorados ni opacos, sin embargo el ímpetu de rogar por la salud de mi padre fue más fuerte que el orgullo científico que cicatrizaba mis miedos.

Por eso, ante el manto azabache que se cernía sobre mí, le oré al viento y me respondió de inmediato moviendo las hojas de los árboles. El mecer de aquellas cunas verdes parecían pequeños mantras, un sentimiento encontrado nació en mi garganta impidiéndome sentir paz en plenitud, sin embargo sabía que no todo podía dejárselo a la luna, al viento frío y a las hojas color limón. Ese día sentí calma e incertidumbre a la vez.

Hace unos días, horas tal vez, me encontré con los ojos de la luna y desahogué mi temor con susurros al viento, mientras el sereno de la madrugaba salpicaba mi frente y mis lagrimas lo hacían con mis mejillas.