Tómate el día

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-¡Qué maravillosa sorpresa tenerte con nosotros hoy Ginevra!- al oír la voz de la copropietaria de aquella casa, ambos se giraron asustados. Ginny estaba sobre la meseta de la cocina, su vestido enrollado en su cintura y las piernas alrededor de las caderas del niño que vivió.

- Hermione... yo... te juro que esto no es lo que parece.

-Ginny, querida, si vas a intentar ponerle una excusa a la bruja más brillante de nuestra generación te sugiero que lo intentes mejor, porque según veo mi prometido te tiene bien enterrada la po...

-¡Hermione!- Harry por fin intervino al tiempo que se separaba de la pelirroja e intentaba acomodarse el pantalón -Por favor, no saques conclusiones erróneas, déjame explicarte, nosotros sólo...

-Creo que a la señorita le quedó bastante claro lo que ustedes estaban haciendo aquí Potter, no veo la necesidad de aclararlo.

-¿Y tú qué mierda haces aquí?

-Deberías agradecer a Merlín que él esté aquí Potter, es la única garantía que tienes de que no los reviente a los 2 a hostias.

- Hermione, por favor, sólo déjame...

- No, Malfoy los documentos me los sé de memoria, puedo reproducirlos de nuevo en la oficina, no me quedaré ni un segundo más en esta casa.

El blondo no pudo esconder la sonrisa de superioridad que tantas ganas tenía de enseñarle al "siempre bueno" Harry Potter.

Ahora sí la cagaste.

Salieron ambos por la puerta principal para luego aparecerse en el caldero chorreante.

-¿Una cerveza de mantequilla?

-Whisky de fuego, por favor.

- Yo te lo llevo, ve cogiendo una mesa.

La castaña asintió y se dirigió a la mesa más apartada que tenía el local, varios minutos después se acercó su acompañante.

-Creo que con una botella será sufuciente- el ojigris se sentó frente a Hermione y le tendió un vaso de cristal luego de llenarlo hasta la mitad de Whisky.

-Eso no fue cómodo de ver- un suspiro logró escaparse de los labios rosas de la castaña

-Granger, dime la verdad ¿te sorprende?

-¿Que Harry me haya sido infiel? Sí me sorprende la verdad, siempre fue un amigo leal y un novio que hasta hoy pensé maravilloso, con sus defectos, como todo el mundo, pero las virtudes opacaban sus lados menos atractivos.

- No, te pregunto si te sorprende que te haya sido infiel con la Weasley.

-Aunque me duela mucho admitir lo que diré ahora, no, no me sorprende para nada. Ginevra tiene esta forma de ser que cuando se traza un objetivo lo consigue, siempre la he admirado por eso, lo que nunca pensé es que fuera a usarlo contra mí. Harry es... Harry era mi prometido, ella mi mejor amiga, si esto es lo que obtengo de ellos ¿qué puedo esperar de la gente que en serio me odia?

- Las personas cambian Granger, yo soy un claro ejemplo. ¿Quién te iba a decir a ti en Hogwarts que tú y yo íbamos a estar en la misma mesa compartiendo una botella de licor y hablando de un desengaño amoroso tuyo?

La chica rio bajito -Probablemente si alguien me hubiese dicho eso, lo hubiera llevado a San Mungo porque estaba desvariando.

-A mí me lo llegaban a decir y les lanzaba un Avada, pero míranos, somos el claro ejemplo de que todos merecen una segunda oportunidad.

-Me alegro de habértela dado, Malfoy.

-Estas sorprendentemente tranquila para una mujer que recién se enteró de que su novio la engañaba.

-Nadie planea un asesinato en voz alta.

Draco sonrió,  esto va a ser divertido.

-Hablando de todo un poco Granger, ¿donde te piensas quedar?

- No tengo idea, quizás vaya al mundo Muggle, aquí no tengo muchas opciones, podría ir a la Madriguera, pero mis deseos de ver una cabeza pelirroja son nulas.

-Puedes también quedarte en mi casa.

Los ojos dorados de la castaña se quedaron anclados en los plateados del blondo, como buscando alguna señal de que aquello fuera una broma.

-¿En Malfoy Manor?

- Si, realmente tengo muchísimo espacio y vivo sólo, así que créeme cuando te digo que no serás un estorbo.

- En ese caso acepto.

-¿Vamos a pasar por casa de Reeves por fin?

-Si- la castaña se bebió el contenido del vaso de un trago -Podemos graduar la botella para más tarde.

-Típico de la rata de biblioteca de Gryffindor, la diversión puede esperar si hay trabajo.

-Exacto, vamos.

Draco la siguió a la salida y se dedicaron a terminar los pendientes que tenían, para el momento que llegaron a la entrada de la Mansión la noche comenzaba a cernirse en el cielo.

-Se ve más imponente de noche.

-Te sorprendería lo solitaria que se siente en las noches.

No pasó desapercibido para Malfoy el ligero tinte de aprehensión que tomó la voz de Hermione.

- Lo remodelé todo, no se parece en nada a la Mansión que viste una vez, tampoco tendrás que pasar ni cerca del lugar donde mi tía...

-Gracias- una sonrisa leve de la chica calmó a su acompañante que no sabía como terminar aquella oración sin que una vergüenza tremenda lo embargara.

El anfitrión se dio a la tarea de darle un Tour completo por el ala este de la Mansión, mostrándole su habitación y la de ella, un par de puertas a la derecha.

-En tu habitación tienes un baño y todo lo que puedas necesitar, en caso de que algo más te haga falta chasqueas los dedos y Nuddle, el elfo, vendrá en seguida. Es libre -Se apresuró a aclarar el blondo ante la mirada de reproche de su invitada -Él decidió quedarse sirviendo por propia voluntad y aceptó un salario mensual, lleva en esta familia dos décadas así que le permití quedarse.

-Me enorgulleces Malfoy.

-Hablando en serio Granger, ¿cómo te sientes?

-Traicionada, por mi mejor amiga y mi novio, sin saber qué hacer ahora.

- Un día a la vez, por hoy tienes todo el derecho a revolcarte en autocompasión, pero mañana volverás a ser tú, desayunaremos y nos prepararemos para hacerle la guerra al Ministro.

-¿Aún estás con eso?

-¡Ese hombre es un inútil, mujer!

Contra todo pronóstico Hermione rio con ganas.

-Gracias por esto Malfoy.

- Un placer Granger. Nos vemos mañana.

Ambos se dirigieron a sus habitaciones y diferente a lo que había pensado la castaña, no soltó ni una lágrima, su desvelo lo invirtió en planear su venganza, porque nadie, absolutamente nadie, ni siquiera el héroe del mundo mágico, la iba a tomar por imbécil.

A la mañana siguiente, justo como Draco le pidió, se levantó radiante, lista para un nuevo día, bajó temprano a desayunar, ya el blondo la esperaba en la mesa.

-Parece que alguien se levantó de buen humor.

-Tengo la idea perfecta.

-Te escucho.


La Venganza de Granger Donde viven las historias. Descúbrelo ahora