Capitulo 2

33 1 0
                                        

-¿Y podrías vivir con la muerte de tu familia en tus hombros?- Pregunto sabiendo que hablar de ese tema es lo peor que puedes mencionarme.

-No se de que estas hablando maldita ramera yo no los mate- Dije azotando la charola en la mesa molesta.

-¿Y verlos morir frente a tus ojos no es una forma de matarlos? ¿Acaso intentaste detenerlo? - Dijo levantándose también.

-No pude hacer nada tenia 8 años, me obligaron a ver como destruían mi vida- Grite molesta y con las manos presionando la charola fuertemente.

-Me da igual los viste morir y no hiciste ni el menor intento por salvarlos- Dijo dándose vuelta para irse pero la detuve.

-¿Y por que crees que estoy aquí por dar flores a los pobres?, desde que escape de esos malditos me he vengado de cada uno de ellos-Dije para después darle un golpe en el rostro- Los mate de diferentes maneras a todos crees que voy a tener consideración con una maldita ramera que asesino a su esposo y a su hijo- dije dandole otro golpe antes de que llegaran los guardias a separarnos, por suerte no nos mandaron a confinamiento solitario, o al menos no a mi, los guardias se llevaron a Taylor, solo escuchaba sus gritos, tratando de decirle a los guardias que me iba a escapar, mientras se la llevaban a rastras.

Ya que eran las 2:25 am. y tenia 35 minutos para salir de mi celda he ir con Dick para escapar, a las 2:45 ya estaba en la celda de Dick abriendo la reja para sacarlo y que me ayudara a salir. Una vez que lo ayude a salir de su celda, el me ayudo a escapar, cuando salí había una camioneta negra esperándome, subí a la camioneta y me llevaron al aeropuerto para ir a Los Angeles. Después de 5 horas de vuelo llegamos, yo ya no tenia el uniforme de la prisión, ya que me habían llevado mis maletas con ropa, zapatos, accesorios, un teléfono y dinero.

Al llegar a Los Angeles me llevaron a un departamento, me entregaron las llaves, al entrar vi que era muy espacioso, algo que me gustaba estar en lugares demasiado pequeños por lo que viví cuando era niña. Ya que me instale, entre al baño y me di una ducha, salí en toalla, busque en mi armario mi pijama y me la puse después me acosté en mi cama.

Me levante sobresaltada por que escuche un ruido en en la cocina, abrí el cajón del buró, saque mi arma y me dirigí directamente hacia la cocina. Cuando llegue apunte hacia la persona que estaba ahí cuando vi que era un hombre apunte hacia su rostro, el levanto las manos en señal de rendimiento, me acerque lentamente.

-¿Quien eres y que haces aquí?- Pregunte a unos pasos de el.

-Aquí vivo- Dijo un poco obvio. Me quede pensando ¿porque no estaba asustado? ¿Porque los ineptos de los que me trajeron me compraron un departamento con alguien?, cuando los vea los mato.

-¿Desde cuando?- Dije bajando el arma.

-Desde hace 3 años, yo puse un anuncio que necesitaba un compañero que me ayudara a pagar la renta- Dijo sentándose en el sillón y encendiendo la television.

-Así que ¿en vez de irte a un lugar mas económico decidiste pedir un compañero para no estar como perro abandonado en un lugar tan grande?, que lógico- Dije regresando a la habitacion.

-Mitad de esa cama es mía- Grito sin voltear, cuando escuche eso pare en seco y di media vuelta.

-Esta cama no la voy a compartir así que si te quieres dormir ahí tienes un sillon muy grande-dije dando un portazo y cerrando la puerta con seguro. Me desperté gracias a una llamada entrante de un número desconocido.

-¿Que?-conteste molesta ya que estaba muy relajada mientras dormía.

-¿Así le hablas a tu mejor amigo?-

La venganza ©Onde histórias criam vida. Descubra agora