Mil historias divergentes

Así es mi vida

Veo todo lo que está en la habitación, no entiendo cómo fue que llegue aquí, comienzo a hablar para saber si hay alguien, pero parece que estoy sola, me acerco al primer mueble que veo y encuentro unas pequeñas réplicas de personas, objetos y otras cosas de cristal. Sostengo una en mis manos, la veo por un tiempo, veo cada detalle que tiene, la acaricio y siento como una lagrima se desliza por mi mejilla, no entiendo porque sucede, pero sucede. Las lágrimas comienzas a ser más frecuentes y no siento como es que se me cae el pequeño objeto de cristal al suelo, veo cómo es que se hace trizas y todas sus partes se expanden en el piso.

Pego un grito al cielo y de la desesperación lanzo todo al piso, haciendo que ningún objeto quede sobre la repisa, veo el suelo lleno de vidrio, pequeños pedazos que no volverán a ser las maravillas que eran antes y sigo llorando. Camino hasta pegar mi espalda a una pared, comienzo a sollozar más fuerte y mientas sucede me deslizo hacia el piso lentamente hasta quedarme en una posición fetal. Cubro mi rostro y lloró fuerte.

Al paso del tiempo las lágrimas se han acabado, ya no queda una más por derramar, siento como mi alma se siente vacía, sin rumbo, sin salida, sin dirección. Sé que me veré fatal pero no es algo que me importe en el momento. Levanto la mirada y ya no encuentro ningún rastro de cristal en el piso, como si mágicamente se limpiaron, volvieron a ser las pequeñas replicas que eran unos minutos atrás, trato de limpiar mi rostro y me acerco, hay una nueva.

Respiro profundamente y sonrío nostálgica.

- Perdón por hacerte esto, no era lo que quería

Salgo del lugar junto con mis cosas, veo el cielo y veo cómo es que pasa una estrella fugaz.

- Volví a caer, pero buscaré la salida

Así es mi vida... así es mi tristeza... y solo yo he tratado de ayudarme porque ¿Así se hace no? Así lo he hecho toda mi vida, una pena.