Android Boyfriend(+18)

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Contenido+18

Era difícil encontrar un lugar lo suficientemente anónimo para perderse, Detroit ahora sumergido en aquella insana locura considerada por muchos, convivir con androides, estos se introdujeron como una plaga, invadiendo las plazas, los establecimientos, los parque, todo.



Algunas personas habían optado por mudarse de ciudad, incluso de estado, pero a decir verdad, fueron pocos los que contaban con el dinero suficiente para hacerlo, el resto debía acostumbrarse a la nueva forma de vida y tratar a los autómatas como sus iguales.



El Edén Club fue el primer lugar en ser desmantelado por los androides, liberando a los esclavos, la prostitución y los clubes nocturnos aumentaron, pero ahora humanos y androides podían desempeñar aquel rol sin ser discriminados y en el anonimato.



El capitán Derek Allen, era de los pocos dichosos que tenían la oportunidad de abandonar la ciudad y mudarse a Washington, la guardia estaba más que emocionada de pedir su traslado e incorporarlo a sus filas, pero rechazo la oferta, no podía abandonar a su equipo y mucho menos permitir que los androides quisieran apoderarse de su ciudad. Estaba dispuesto a volarles la cabeza en la primera señal de violencia.



Habían sido días estresantes para el departamento, muchos policías pidieron su traslado o renunciaron, el trabajo se acumulaba en los escritorios de los pocos agentes que quedaban. Incluso el teniente Hank tuvo que desistir de su retiro para apoyar junto a Connor y el nuevo RK900. Gavin había sido de los tantos oficiales que pidió su cambio de ciudad, mudándose a California.



Con el paso de los meses, las cosas se calmaron, Detroit entro en un estado de equilibrio y paz, el capitán por fin podría tomarse un descanso. Llego a casa y fue recibido por su perro Winston, un dóberman de pelaje beige y blanco, con un par de ojos azul claro. Lo había rescatado en una redada a una casa de pelea de perros clandestino, por ello mantenía esas características de cola corta y orejas levantadas, Allen jamás habría permitido semejante barbarie, pero ahora estaba seguro y eso era lo único importante.



Llego hasta la cocina y se sirvió un vaso con agua. La casa era tan silenciosa la mayoría del tiempo, a excepción de la uñas y patas de Winston corriendo por allí, en esos momentos era cuando se preguntaba por qué jamás se casó, le habría gustado una vida como la de su padre, una buena mujer y quizás una hermosa hija, no era aún tarde para aquello, pero Allen había decidido casarse con su trabajo y disponía poco tiempo que dedicaba exclusivamente a su perro y a sí mismo, quizás una novia, no, demasiado exigentes, y las pocas personas que invito a casa eran atacadas por Winston, que era celoso y protector, al único con el que llego a mostrarse sumiso era a Hank, quizás porque olía a Sumo, su compañero casual de juegos en el parque.



Allen fue durante su juventud un verdadero devoto en sus relaciones, podía contar con una mano el número de chicas con las que había estado, pero siempre terminaban, la razón era la misma, era demasiado "energético" en el asunto sexual, jamás era su intensión lastimarlas, pero era un deseo incontrolable que le invadía por completo, alguna vez lo intento con un varón con características similares a las suyas, pero la respuesta era la misma "Mejor cómprate un robot" algún amigo cercano le dijo alguna vez en broma. Pero en ese punto, ya lo comenzaba a considerar, sobre todo en esos momentos en que se sentía necesitado. La autocomplacencia ya no era satisfactoria y el Eden Club estaba cerrado para probar en un androide. Pensó en aquella calle "prohibida" de callejones oscuros, anuncios brillantes y prostitutas en cada esquina.
"Necesito un buen disfraz ¿Qué opinas Winston?" Allen revolvió su ropa.

ONESHOTS 700ALLEN (Detroit: Become Human)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora