Pasado el tiempo decidieron volver, Hoseok y Yoongi habían dejado problemas sin resolver en aquel bosque y sus amigos serían su apoyo contra el peligro. Pero, sucedió una cosa más durante ése verano, algo que revelaría otra presencia mágica junto co...
Verano había llegado por fin. Aquella estación que para muchos es la preferida, pues son meses para darse un respiro de la ajetreada rutina y salir a tomar el sol, usualmente llendo fuera de la ciudad.
O bueno, éso generalmente pasa en medio de un ambiente para nada tenso y con ideas de sólo diversión. Pero para nuestros ya conocidos chicos, ésta temporada no era tan calmada como aparentaba.
Tenían que hallar una manera para regresar al bosque, pues estaban decididos a volver a ver a sus enamorados, y claro, ayudarlos. La cuestión era ¿como lo harían? Si accidentalmente habían asustado de más a sus amigos, quienes evidentemente se negarían a poner un pie en ése lugar.
Debían pensar una solución, y rápido.
— Yoongi, es inútil, no querrán ir. — suspiró por enésima vez sentado en el suelo, estaban desde hacia varias horas juntando "ideas" en el departamento del peli negro.
— ¿Te rendirás así nada más? — bufó — Tenemos que regresar, lo prometimos Hoseok. — lo miró algo serio.
— Ya lo sé, pero no veo como convenceremos a ése par. — se cruzó de brazos — Y sabes que no podemos ir sin ellos.
— ¿Y si los llevamos por la fuerza? Tengo cinta adhesiva suficiente. — bromeó para romper un poco la tensión del ambiente.
— No seas idiota. — rió levemente dándole un leve golpe — Podemos... Decirles la verdad... Tal vez logremos que nos apoyen.
— Es muy subjetiva la respuesta que nos darán, puede que acepten o puede que digamos adiós al viaje. — suspiró — Y de las dos es más segura la segunda.
— Jungkook te pegó lo pesimista ¿cierto? — dijo burlón — Vamos a intentarlo Yoon, no perdemos nada... Además no escucho más sugerencias.
— Te equivocas en algo, sí perdemos mucho sí dicen que no. — añadió — Pero vale...
Ellos no acostumbraban moverse solos a ningún lado, pues sus años de amistad los hicieron necesitar de la compañía entre los cuatro, por lo que irse sin más no era una opción. Acordaron esperar unos días para decirles, tiempo que usarían para pensar su explicación.
Aunque en su situación, cada día se sentía como una eternidad.
[...]
Pasó una semana, y ésta vez estaban reunidos en el apartamento de Yoongi para comer. Allí vieron la oportunidad perfecta para hablar con ellos, y de utilizar su maravillosa imaginación y tácticas para convencerlos.
Intentaban estar lo más normales posible, sin embargo, sus caras no les estaban ayudando.
— Los veo nerviosos, ¿pasa algo? — cuestionó el mayor mientras terminaban de servir los platos.
— Sí, pero lo sabrán después de comer. — suspiró Hoseok fingiendo su mejor sonrisa.
— A veces son muy raros. — rió Jungkook.
No querían arruinarles el apetito o causarles malestar estomacal con su petición, por lo que esperaron hasta que el último plato estuvo vacío para empezar a hablar. El punto no era enfermarlos.
— Y bien... ¿Que es éso que los tiene con ésas caras? — sonrió el menor.
— Queremos pedirles algo. — cambiaron sus sonrisas por muecas serias.
— Bueno, como bien saben tenemos compromisos con el mundo mágico. — empezó Yoongi.
— Compromisos que por cierto casi nos matan. — bufó Nam.
— Vamos, no es verdad. — desvió la mirada.
— ¿No? Yoongi, nos sacaron arrastrando del bosque gritando como dementes. — se cruzó de brazos.
— ¿Nos dejarán hablar o no? — los miró serio el peli negro, recibiendo suspiros en respuesta.
Conforme iban explicando se iban complementando las ideas, intentando armar una mentira creíble. Primer error, no ponerse de acuerdo antes. Básicamente, su explicación consistió en que ambos habían exagerado mucho sus reacciones, y que Jimin junto con Caroline, en el afán de apoyarlos, les siguieron la corriente y por éso les habían pedido irse, para evitar que siguieran preocupándose por nada.
Ellos no se la creyeron, pero al parecer, sus amigos sí.
— ¿Seguros que éso fue lo que pasó? — asintieron.
— Se veían bastante asustados los cuatro. — añadió el menor.
— Ya saben como somos de dramáticos... — rió levemente — Quisimos disculparnos y explicarles la verdad, pero no encontrábamos el momento.
— Entonces... Aclarado todo... ¿Nos acompañarían una vez más? — ambos hicieron sus mejores ojos de cachorro.
— No lo sé... — miró a Nam — ¿Crees que sea buena idea?
— Puede que no... Pero dicen que todo está bien. — suspiró — Escuchen, iremos, pero si sucede algo mayor ésta vez, los viajes acabarán.
— Claro, los apoyaremos si hay problemas, pero no habrá un cuarto regreso. — añadió — ¿De acuerdo?
— ¡Gracias! — se levantaron para abrazar a los contrarios, festejando internamente.
La primer parte complicada estaba hecha. Ni siquiera ellos mismos se creían que con ésa mentira piadosa mal armada los hubieran convencido. Ahora sólo debían esperar un poco más para tener sus vacaciones, ahorrar lo necesario y pensar excusas para la familia Kim.
Éste verano la familia de Namjoon había planeado un viaje a la playa con los parientes de todos, del cual estaban advertidos, no podían faltar por nada. Ya habían tenido muchas ausencias y una más no estaba permitida, además de que la madre del mayor era la más complicada de todas. He ahí la segunda parte difícil.
El tema de sus vacaciones estaba ya resuelto, pues en su empresa, que ya de por sí tenía muchas comodidades, se les otorgaba un mes de descanso, de inicios de Julio a finales de Agosto.
Por mientras, continuaron con sus rutinas normales sin mencionar nuevamente el tema del viaje. O al menos, la mitad del cuarteto estaba tranquilo.
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Al fin inició la tercer temporada de esta historia sisi, ojalá sigan disfrutando de mis intentos fallidos de fantasía.
