fool's gold| hyerim/ hyewon (LOONA)

Capítulo 5

Comienza con los Choi siendo invitados a pasar las vacaciones de verano en la casa del lago perteneciente a su primo por unas semanas—una invitación que obviamente es extendida a Hyejoo.

(Le ofrecen a Hyunjin ir también, pero la chica en cuestión está atascada en el viaje de pesca anual de la familia Kim. Yerim y Hyejoo les envían sus conmiseraciones junto a miles de fotos de ellas divirtiéndose para hacerla sentir celosa).

La cena de esa primera noche es quizás la cosa más reconfortante que Yerim experimenta. Estar lejos por la mayor parte de un año la hace apreciar a sus padres mucho más, pero la forma en que interactúan con Hyejoo (como, se da cuenta, siempre lo han hecho) como si ella fuera de la familia también, llena a Yerim con nada menos que alegría pura.

"Propongo un brindis," declara el padre de Yerim, levantando su copa en el aire, "por nuestra maravillosa hija, de la que no podríamos estar más orgullosos, pero también por ti, Hyejoo." Yerim suprime una sonrisa cuando la boca de Hyejoo se abre, sin esperar las palabras del padre de Yerim, "gracias por cuidar de Yerim".

"Oh" dice Hyejoo, agachando la cabeza, conmovida, pero admitiendo "Creo que es más bien al revés."

"Nos cuidamos la una a la otra", Yerim corrige, esperando que los ojos de Hyejoo alcancen los suyos, "siempre lo hemos hecho".

(Se quedan demasiado absortas en jugar con los pies de la otra bajo la mesa que no notan las miradas que los padres de Yerim comparten sobre sus cabezas).

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Depositando sus calcetines y zapatos en el terraplén, se mueven lentamente en el lago poco profundo, el nivel del agua llegándoles hasta más arriba de sus tobillos.

Hyejoo se agacha, con los brazos cruzados alrededor de las rodillas, contentándose con observar las ondulaciones del agua y las diminutas criaturas que bailan en su interior. Yerim la sigue, contentándose con simplemente observar a Hyejoo.

Una de las pocas diferencias entre ellas es que Hyejoo encuentra fácil hacer esto, poder existir puramente sin necesidad de hablar o expresarse, poder permanecer callada durante horas. Yerim, por otro lado, anhela un poco más de interacción, tiene un deseo constante de hablar.

Teme, durante los pocos minutos de silencio en el que ambas parecen caer, que esto va a ser otro de esos momentos, pero entonces

"¿Puedo preguntarte algo?" Hyejoo habla, todavía cautivada por la corriente que fluye, y continúa cuando Yerim responde afirmativamente, "Yeojin y tú, ¿alguna vez...?"

De algún modo, por alguna razón, Yerim había estado esperando que Hyejoo hiciera tal pregunta. (Hyunjin las llama telepáticas, y no es eso, pero a veces – aún más últimamente— Yerim jura que entiende la mente de Hyejoo mejor que la suya).

"Nosotras no... Ella uh, ella quería pero," Yerim vacila sólo por un milisegundo, arrancando la extraña hoja de hierba aún pegada a su rodilla de cuando había caído haciendo volteretas antes, "Yo no".

Hyejoo asiente lentamente, abruptamente hunde un dedo extendido en el agua en un movimiento repentino, observando con fascinación como los peces cercabos huyen: "¿Porque era ella, o porque no estabas lista?"

"Un poco de ambas, supongo" admite Yerim, estudiando a Hyejoo de cerca, "¿Por qué lo preguntas?"

"No hay razón." Hyejoo murmura ligeramente, sus ojos se iluminan cuando un pequeño pez lentamente regresa, comenzando a rodear su dedo.

Pensando que Hyejoo podría ser la cosa más linda que jamás haya visto, Yerim deja que sus pensamientos divaguen un rato, una voz en la parte posterior de su mente preguntando: Si no es Yeojin, entonces, ¿para quién estaría lista?