Falso Amor

Cap 5

Me llama la atención una pulsera que estaba ahí, la cojo 

—¿La quieres?— le regreso a ver— lo encontré en el metro, es linda... si la quieres, tómala 

No sabe que es mía, la pulsera que me dio mi mamá 

—En realidad es mía, la perdí un día que fui al metro, es muy importante para mí, me la dio mi mamá—suspiro—creí que la había perdido 

—Que bueno que la encontré— me dice Lio 

—Sí, gracias 

Me la pongo y después de varios minutos llegamos a mi casa, me saco el cinturón y salgo del carro, le toco la ventana para que la baje 

—Hasta mañana—me giro y voy a mi casa 

—¡Espera!— grita Lio, me detengo y regreso a donde él— tenemos que acordar una buena mentira, porque yo no sé que vas a decir y después puedo decir otra cosa totalmente diferente

— Es verdad—me apoyo en la ventana que aún estaba abierta— ¿estás libre hoy día?, puedes quedarte en mi casa un rato y así lo definimos bien 

—Eh... okey, dame un rato para estacionar— dice y se va 

¡¿Qué fue lo que dije?! Estoy loca o que, apenas lo conozco y ya lo invito a mi casa, ¡estoy perdiendo la cabeza! 

Estaciona el carro al frente de la casa y entramos 

—Esta es mi casa— digo dándole la bienvenida 

Mi casa no es tan grande ni tan pequeña, tiene una sala, comedor, cocina y un patio, lo normal, hay 2 baños y 2 habitaciones por si alguien viene, creo que si es muy grande para solo una adolescente 

—¿Quieres comer algo?— le pregunto 

—Bueno, gracias 

Normalmente las señoras que vienen a cuidarme me dejan la comida hecha, me acerco a la cocina y divido la comida en dos 

—¿Me puedes ayudar poniendo la mesa?— le pido amablemente 

—Si claro—se lo veía un poco perdido— eh, ¿dónde están las cosas? 

Me rio un poco 

—Los cubiertos están en el primer cajón, al igual que las servilletas, los vasos están en el estante de arriba y las salsas en el refrigerador, eso es todo lo que necesitas 

Con unas increíbles ganas comienza a poner la mesa, aunque un poco mal, me acerco hacia él 

—Deja te ayudo—le digo y comienzo a acomodar las cosas— en cada lado un cubierto, por debajo la servilleta y los vasos en una esquina superior— termino de ordenar todo— ¡Listo! 

—Lo siento, nunca había puesto la mesa 

—Está bien, todo se aprende— le respondo y voy por los platos 

Comenzamos a comer, después de eso ponemos los platos en el lavavajillas y subimos a mi cuarto, terminamos juntos la única tarea que teníamos y comenzamos a organizar lo que íbamos a decir 

—Comencemos, déjame buscar una libreta para anotar todo— Lio pasó por todo mi cuarto recorriéndolo con la mirada 

—¿Está bien?— dice Lio, esa era la libreta donde escribía mis sueños— Recuerdos...—comienza a abrirla Me acerco rápido a él y le quito la libreta 

—No, esta no—abro mi cajón y saco otra libreta—hagámoslo en esta 

Cojo un esfero y me siento en la cama, Lio hace lo mismo, en esa libreta escribo lo que recuerdo, en especial cosas de mi mamá 

—Primero, ¿Cuándo es tu cumpleaños?— le pregunto 

—El 15 de agosto, ¿y el tuyo? 

—El 27 de enero 

—¿Cuándo se supone que nos conocimos?— me pregunta 

—Yo dije que nos conocimos en octubre, pero comenzamos a salir en noviembre, pero no sé que día

—Mmm ¿Qué tal el 2?— propone Lio 

—Sí, estaba bien, pero entonces ya estaríamos a días del primer aniversario 

—Sí, tenemos que hacer algo 

—Bueno eso pensemos después, necesito saber más cosas de ti, se supone que soy tu novia, pero no se nada— le digo 

—Yo igual 

Comenzamos a hablar y a conocer cosas básicas del otro, pero no metimos a nuestras familias en ninguna de las preguntas, no quiero que sepa lo de mi mamá, de tanto hablar el tiempo se nos pasó volando, ya anocheció y eran casi las 9 de la noche, pedimos algo para cenar y seguimos hablando hasta las 11 

—Creo que es mejor que me vaya, ya es tarde— dice Lio y se levanta 

—Sí, vamos, te acompaño abajo— yo también me levanto 

Nos dirigimos a la puerta, de repente las luces se apagan y quedamos en total oscuridad, involuntariamente abrazo a Lio 

—¿Le tienes miedo a la oscuridad?— me pregunta a punto de reírse 

—No como crees— me niego rápidamente 

Si le tenía miedo, cuando paso el accidente de mi mamá por más de una semana no pude ver nada por los vidrios que entraron en mis ojos, no pude ver a mi mamá por última vez, cada vez que hay un apagón me asusto mucho 

—¿Entonces porque no me dejas de abrazar?— me pregunta otra vez 

—Ehh solo para no pegarme con algo— invento una excusa 

—Bueno, entonces súbete a la cama, así no te chocarás con nada y podré irme a casa 

—¡No!—lo abrazo con más fuerza— eh...—suspiro— es verdad, tengo miedo a la oscuridad... por favor... no me dejes sola— digo con la voz un poco quebrantada 

—Está bien—nos acercamos a la cama y me acuesto—no pasará nada, tranquila 

Estaba acostada completamente en la cama mientras Lio solo estaba sentado en un borde

—Has de creer que es tonto que una chica de 16 años aun le tenga miedo a la oscuridad. Que patética soy—se acerca y se acuesta al igual que yo 

—No lo es... bueno talvez un poco extraño— se ríe y le doy un pequeño golpe en lo que logro ver de su hombro— es extraño, pero todo el mundo lo es, y está bien, porque es lo que somos 

Simplemente sonrió y me acurruco, al cabo de unos minutos me quedo completamente dormida.

Continuará...

Lo siento por el retraso, pero la anterior semana era feriado en mi país y por las fiestas salí, hacia frío y me enfermé, aunque ya me siento mejor. 

Intentaré ser más seguida 

Gracias por leer 

Bye bye