Drunk | Yoonmin

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Jimin después de su última borrachera con Yoongi, volvió a su trabajo sin problema alguno. Los ensayos continuaron, el comeback llegó y todos dieron lo mejor de sí.

La temporada de premiaciones acabó, arrasando como es de costumbre con todos los premios en las categorían en las que estaban nominados, y el nombre BTS formaba parte del listado de los premios Grammy, una gran noticia para todos los integrantes. Cada uno sentía que todo el esfuerzo, el sudor y las lágrimas habían valido la pena.

Pero debido al escaso tiempo libre de todos, ni Jimin ni Yoongi se habían embriagado... O siquiera hablado.

Jimin se encontraba en su habitación, jugando al videojuego super smash bros, concentrado al máximo para no morir en el modo historia, hasta que tuvo deseos de ir al baño. Se levantó y atendió sus necesidades fisiológicas. Cuando terminó de hacer sus necesidades, se lavó las manos y salió del baño directo al pasillo.

Eran las 3 a.m. No había ninguna luz encendida en las habitaciones de sus compañeros. Asumió que todos estaban dormidos, pero vió a lo lejos, en la última habitación una luz tenue. Se asomó curioso a la puerta y dentro oyó un leve sollozo deprimido.

Sin dudar abrió la puerta y entró, confirmando que la fuente de luz de la habitación solo era una pequeña lámpara en la mesita de noche de Yoongi. El mayor se encontraba sentado en el suelo, abrazando sus rodillas con su cabeza oculta en sus brazos. Se veía bastante agotado y angustiado, algo extraño para Jimin.

-Hyung ¿Estás bien?- Jimin se acercó amablemente, se arrodilló frente a él y le miró esperando una respuesta. Yoongi contuvo la respiración y asintió, sin mostrar su rostro. No quería mostrar aquel lado de él, aquel que le hacía sentir que no era merecedor del lugar en el que estaba, sintiéndose inferior a sus compañeros.

-¿Estás seguro? Yo no te veo para nada bien-.

-Jimin...- Yoongi levantó su mirada, se veía ojeroso y cansado -Ve a dormir, ya es tarde y debes practicar mañana-.

-No me iré a dormir al verte así- Jimin frunció el ceño tiernamente -No seas idiota-. Yoongi se mantuvo en silencio, detestando lo buena persona que era Jimin con él. Odiaba verlo preocupado, o mejor dicho, odiaba ser el motivo de su preocupación.

-Anda ¿Qué es lo que te sucede?-.

-Yo solo... Estaba pensando en todo lo que ha sucedido últimamente y... Siento que todo es irreal, que es un sueño... Que en realidad no puede ser que estemos triunfando de ésta manera...-.

Y Jimin comprendió.

Muchas veces ese mismo pensamiento le había invadido, el sentir todos sus logros totalmente fuera de la realidad, como algo que no merecía o no tenía la relevancia que en realidad se le había atribuído.

Lo entendió perfectamente.

-Anda Hyung... Eres prácticamente un genio musical. Encima de productor y escritor de nuestras canciones eres rapero, bailarín y cantas muy bien... Obviamente mereces todo lo que haz logrado, y todos los miembros lo merecen-.

-Pero aún así...-.

-No seas pesimista, anda, eres un nominado al Grammy por tu esfuerzo, dedicación y amor por la música, sabes que el grupo no sería lo mismo sin tí- Jimin suspiró -Todos nosotros tenemos un valor en el grupo, nuestras fans nos aman a todos, no excluyen a nadie... Tienes que entender eso, recuerda cuando ni siquiera teníamos un estudio, recuerda todos esos días donde prácticamente no dormíamos por practicar para poder debutar... Todo ésto es real y es fruto de nuestro esfuerzo... Tu esfuerzo..-.

Yoongi pensó profundamente las palabras del menor, analizando todo aquello que le planteó. Su ánimo mejoró, Y agradeció a Jimin por ayudarlo a entrar en razón.