EL PACTO (SASUSAKU)

Capítulo 4: Yo siento lo que sientes

El Pacto

Capitulo 4. Yo siento lo que sientes

Habían pasado dos días desde que dejaron la guarida Norte y se encontraban descansando tranquilamente mientras la cena se cocinaba en el fuego que estaba encendido.

Gracias a que era Sakura quien los guiaba no habían tenido que soportar el ritmo matador que el Uchiha había impuesto cuando se dirigían a buscar a Juugo, esta situación en un principio había generado discrepancias.

-Flash back-

-Creo que deberíamos parar un poco. – sugirió la pelirrosa deteniendo su marcha.

- No, seguiremos un rato más. – se opuso Sasuke.

-Claro- dijo agitando la mano como quitándole importancia –adelante.

Y con esta respuesta Sakura se encogió de hombros y se sentó en el suelo reposando su espalda en el tronco de un árbol. El resto del grupo se detuvo mirándolos a una distancia prudencial sin saber qué hacer.

-…. – el Uchiha se plantó delante de la pelirrosa mirándola amenazadoramente.

-uhmm creí que te ibas – comentó con falsa inocencia – ah, es cierto, soy yo la que conoce el camino – finalizó sonriendo como si acabara de darse cuenta y poniendo énfasis en la palabra "yo".

-hmp – un tic asomó en la ceja del pelinegro. Ohh por Kami-sama ¿cómo alguien tan pequeño podía generarle tanta ira?. No tanta como para dejar que su rostro variara su imperturbable expresión, eso nunca, pero si lo suficiente como para que sus ojos echaran chispas. Esa chica parecía haber heredado la capacidad de Naruto para sacarle de sus casillas.

Mientras esta discusión tenía lugar en la cara de Suiguetsu comenzaba a dibujarse una sonrisa de expectación que hacía que los otros dos integrantes de Hebi le miraran de manera extraña.

-Genial – susurró el espadachín para que sólo sus compañeros pudieran oírle – ya veréis, esto se está poniendo de lo más divertido.

-¿divertido? Como sigan así de un momento a otro Sasuke-san atravesará a Sakura-san con su katana – observó Juugo con un deje de inquietud.

-No, no, grandullón en todo el tiempo que llevo observándoles jamás han llegado a las manos – le explicó con tono de entendido – escuchad, dentro de poco uno de los dos dirá algo que pondrá fin a la conversación dejando al otro con cara de idiota.

-Necesitas ayuda cara de pez – observó Karin meneando la cabeza con fingida preocupación.

-Calla zanahoria, disfrutemos del espectáculo de ver como gritan a alguien que no soy yo, para variar - la sonrisa del ninja se ensanchó.

Entre tanto ajenos al público que les observaba los ex compañeros de equipo continuaban con su discusión.

-¡a mí no me hables así Uchiha!

¿Hablar? Pero si se había limitado a responder a todas las estupideces que decía ella con sus clásicos monosílabos y silencios. Se le crisparon los dedos, realmente las ganas de cometer un homicidio allí mismo estaban aumentando y la idea de estrangular a esa molestia le iba pareciendo cada vez más tentadora.