hungry wolves: dekubowl, Smut.

chapter one.

Me llamó izuku, izuku midoriya; soy conocido cómo "deku" entre mís únicas y dos mejores amigas, uraraka ochako y ashido mina, por ellas dos comenzo toda esta locura.

En conclusión, soy "famoso"... Pero no en el sentido bueno cómo algunos creen, soy famoso por ser el raro, el rarito qué es molestado por katsuki bakugo, mi ex mejor amigo de la infancia; el es un tanto "¿agresivo?" no lo creó, pero todos lo dicen.

Pov' izuku

Arruge mis cejas al escuchar el clásico "ring, ring, ring" qué provenía del molesta despertador, pero aún así, aún un poco dormido, logre sentarme en mi suave colchón, empezando a bostezar y resfregar mis puños contra mis ojos, buscando despavilarme.

Una vez lo hice, me levante de mi cama, empezandome a apurarme, tenía qué arreglarme rápido o de lo contrario llegaría tarde a la clase del profesor aizawa.

Después de tantas vueltas, yendo para allá y para acá; logré terminar con todo, una ves ya me encontraba preparado me mire al espejo.

Y olvidando el tema de mi horrible apariencia, agarre mi celular, prendiendo esté, haciendo que la pantalla se iluminará mostrando la hora.

—¡llego tarde! — grité asustado.

"qué suerte qué es el último día" pensé, y bastó solo unos minutos para ya encontrarme enfrente de la puerta de mi gran salón, respire ondo, y entre.

—¡izuku! / ¡izuu! —se escuchó cómo me llamaba, inmediatamente supe quiénes eran.

—chicas, ¿cómo estas?— pregunté tranquilo.

—¡bien! ¿y vos? — exclamó la pelicastaña, uraraka.

Hablamos un poco entre los tres, y seguido nos acomodamos en nuestros respectivos lugares.

—chicas— las llamé, ellas qué se encontraban sentado cerca mío, me prestaron atención.

—les quería preguntar... Algo— seguí hablando, ellas solo se miraron entre sí, y luego fijaron su gusta en mi, dando las dos al mismo tiempo un leve asentimiento con la cabeza.

—c-como ya saben, hoy es el último día de clases y.... bueno, yo quería preguntarles, si me ayudarían a cambiar mi a-apariencia— susurre.

—....— y enseguida un largo silencio se formó entre nosotros.

—¡si! — contestaron las dos al mismo tiempo, calmando mis nervios.

—¡no puedo esperar! Estoy tan emocio— trato de hablar la pelirosa, mina; pero está fue interrumpida por un pelinegro, shota aizawa;; profesor.

El mayor claramente malhumorado, se paro enfrenté de que escritorio, y de un fuerte grito, ordenó a todos callarse.

_¡silencio! — grito, asustando a la mayoría, y qué estos al ver a su profesor, inmediatamente se sentarían cada uno en su lugar.

[...]

Pov' narrador

Después de varias horas de puro trabajo en clases, l a campana de hora libre, por fín había sonado.

el peliverde les aviso a sus amigas que lo esperarán en la cafetería, ya qué esté no aguantaba más las ganas de ir al baño, sentía que iba a explotar; sin esperará más, el pecoso desapareció a pasao rápido, yendo a su destino.

No pasó mucho tiempo cuando esté logró llegar, entró a los baños e hizo sus necesidades, para seguido rápidamente salir de ahí, pero no todo salió cómo lo planeaba.

Esté lamentablemente se había cruzado con un malhumorado pelicenizo, katsuki bakugo; cuando el recién nombrado logró visualizar al ojiesmeralda esté hizo una risa burlona hacia el dos coso, asustando lo aún más.

—hey, dek— trato de hablar, pero no llegó a decir su nombre, cuando esté salió corriendo.

—pero qué— susurro el pelicenizo— ¡maldito idiota! ¡No me ignores! —ordenó, para seguido chasquear su lengua con notorio enojo.

Izuku había llegado a escuchar eso pero muy asustado, lo trato de ignorar.

Depués de unos minutos corriendo, llegó a la cafetería, donde vio a sus amigas y se sento con ellas.

-y bien, izuku...¿qué tienes pensado hacer, para tu cambio ?—pregu6nto mina.

—si, ¡izuku! Que tiene pensado?— exclamó esta ves uraraka.

—bueno, me gustaría hacer ejercicio, para tener más forma, también q-quiero arreglar mi cabello y esas coaas— musito el contrario.

—también podríamos ir a comprarte ropa nueva! —opinó ochako

—¡si! — preguntó mina, contenta.

Pasaron los minutos, y los minutos se transformaron en horas, haciendo que el día de clases allá terminado.