Capítulo Tres: La Mole vs Los Kronan

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La sangre caía en el patio de la escuela de Grimm

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La sangre caía en el patio de la escuela de Grimm. Ahí, por detrás de unas pequeñas palmeras, es en dónde ocultos, un niño mucho mayor que el ya antes mencionado lo golpeaba. Ben, caía y caía al suelo, y al levantarse, de manera injusta, La Mole recibió uno de aquellos mazos de picos directo en la quijada; haciéndole volar unos cuantos metros antes de caer con el hombro en la arena.

—¡Ben, tienes que levantarte! —gritaba Reed desde dentro del calabozo.

—¡Es fácil para ti decirlo elástico! —mencionaba Ben mientras lograba apoyarse en su rodilla izquierda.

—¡Ben, rápido, a tu derecha! —le gritaba Johnny casi y al mismo tiempo que La Mole alzaba su brazo derecho -en dónde protegiendo su antebrazo poseía aquella placa metálica- para así bloquear aquel mazo que iba tras su cabeza, y en respuesta le arrojó al mismo un fuerte izquierdazo; el cuan mando al kronan metros al frente de él.

—Cuando regresemos a casa —decía La Mole terminando de alzarse, para así tomar su espada con ambas manos—, voy a hacerme un sándwich de pura carne y queso mientras escucho mi colección de los Beatles. Para después irme a mi habitación y ponerme una maratón de películas. Y no quiero que ninguno de los tres ¡me interrumpa! —gritó a la vez que sobreponía su espada para protegerse de uno de los mazos, pero sin darse cuenta de que otro kronan se le acercaba por la espalda; arrojándole su arma contra su columna.

El pequeño Ben caía de nuevo boca abajo en su pelea. Esto debido a que otro niño se había metido a la misma sin avisar; pateándolo en la espalda. El dolor en la columna era algo sofocante; esto sumado a sus ojos llorosos, no hacía más que provocar ciertos comentarios en los niños que los observaban y cubrían. 

—¡Esto es injusto! —gritó Ben apenas y logrando levantarse—. Son dos contra uno.

Pero este comentario no hizo más que provocar la risa de ahora sus dos adversarios; pronto recibiendo otro golpe a la quijada.

La Mole retrocedía debido a que por uno de los impactos de aquellos mazos, la hoja de su espada se había roto. Y cuando menos se lo esperó, recibió otro choque en la mandíbula, seguido por otro directo a dónde deberían estar sus costillas —lanzado por detrás—, y al girarse recibió otro impacto en la quijada por parte del tercer kronan; volando unos metros hacia arriba antes de caer boca arriba en la arena.

—¡Se acabó, Grimm! —le gritaba uno de los niños mientras otro lo mantenía sujeto en el suelo—. ¡Quédate abajo!

Y este comentario, fue seguido por los observadores. «Ya Grimm, perdiste». «No lo vas a lograr». «Ríndete». «Quédate abajo».

—¡Ríndete, criatura! —le gritó uno de los Kronan—. ¡Somos guerreros de Elite y no podrás derrotarnos! ¡Quédate abajo!

Está última frase 'quédate abajo' solo fue seguida en coro por el resto de los espectadores que veían la pelea.

Los Cuatro Fantásticos y la lámpara de AladinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora