Capítulo Cinco: Miedo

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Los pasos de Friedrich retumbaban en aquel patio de una casa hogar, llena de sangre en el suelo y con varias personas sacando a rastras a sus perros muertos

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Los pasos de Friedrich retumbaban en aquel patio de una casa hogar, llena de sangre en el suelo y con varias personas sacando a rastras a sus perros muertos. Sujeto de su correa, lo traía Grimm padre, el cual era acompañado por su colega de trabajo. Pronto llegaron hasta donde había una especie de cuadrilátero improvisado. 

*—Fui al médico hoy —decía su esposa una noche anterior; quitándose una bata mientras por detrás de ella, Grimm se desabrochaba su camisa. 

—¿Y? —preguntó casi indiferente; algo cansado.  

—No tengo leucemia... Pero, sí cáncer de piel. El doctor me recomendó no salir por el momento a la calle. Dice que eso además de empeorar mis moretones, es un peligro, ya que mi sistema va a tener sus defensas... bajas.

—¿Qué recomendó? 

—La quimio... —respondió ella sin girar a verle. 

—¿Nuestro seguro lo cubre? 

—Parcialmente... Pueden darnos una parte, pero la otra... —La mujer no aguanto más y cayó en lágrimas desconsoladas; no ocurriéndosele otra cosa más que secar sus lágrimas como si fuera una niña pequeña—. ¿Qué vamos a hacer? Apenas y podemos mantenernos aquí, en este... maldito agujero... Y ahora... Y ahora.  

—Lo voy a solucionar... —respondió entonces abrupto él—. Lo voy a solucionar.*

—Así que este es el tipo de quién me hablaste —decía un hombre de tez negra caminando hasta Grimm padre. 

—Así es, Erik —respondió entonces el compañero de Grimm.

—Se ve bonito tu perro —dijo entonces el hombre viendo al pitbull—. Podría ser una buena inversión. Aunque escuché que no tienes mucho con que invertir, ¿no es así? 

—No —respondió Grimm. 

—¿No qué? —preguntó desafiante el hombre de tez negra, dando unos pasos al frente. 

—No tengo aún lo suficiente —respondió Grimm en seco.

—Bien, te propongo algo —dijo entonces el hombre tomando a Grimm del hombro—. Este es mi negocio. Por ende, yo soy el que más lucro aquí. Tu perrito es solo otra cosa con la cual sacar dinero. Por eso estoy dispuesto a aportar a tus apuestas, digamos... las primeras cuatro peleas. Solo que eso sí, si tu perro gana, me toca la mitad. ¿Trato? —preguntó mientras le alzaba la palma. 

Grimm miró la mano del sujeto para posteriormente ver a su perro, el cual parecía llorar un poco, pero al mismo tiempo sonreírle en una inocencia pura. Y como si acabara de vender su alma, Grimm estrechó la mano del sujeto. Pero de imprevisto, este lo jaló hacia él para así susurrarle: 

—Aquí no somos unos putos animalistas. Si un perro muere o vive, solo representa una perdida de dinero. Puedes detener la pelea si ves que tu perro va perdiendo. Pero cuidado, no queremos maricas. Ten por seguro que gane o pierda, no saldrá limpio. 

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⏰ Última actualización: Jan 19, 2021 ⏰

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