Destroy 💣 ( 2· Parte )

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"¿Por qué quiero acercarme a el?"

Pensó el chico de iris carbón mientras leía con un semblante tranquilo su libro favorito, pero le resultaba casi imposible concentrarse en su lectura teniendo a cierta belleza frente a su asiento...

Miro de reojo como frente a el seguía aquel chico que parecía ser un estudiante ejemplar a primera vista, cabello blanco ligeramente desordenado, iris grises con ligeros toques verde oscuro y piel pálida que parecía ser igual de delicada e bella que la porcelana.

Este cargaba una ligera libreta en donde escribía, no sabía de que se trataba pero si notaba que un ligero sonrojo se apoderan de sus mejillas y como una tonta sonrisa se formaba entre sus labios melocotón, apretó su libro ligeramente al pensar que podría haber causado esa reacción en el.

Rápidamente se dio cuenta que estaba actuando como un animal, principalmente por el sonido de la vías del tren es que cayó en la realidad nuevamente para darse cuenta que había tenido una ligera etapa de celos.

Pero le era imposible no tenerla viendo como aquel chico desconocido parecía tan distraído escribiendo sobre algo o a alguien en vez de mirarlo "disimuladamente" como casi todos los días...

"Vamos... Mirame de una jodida vez..."

Suplicó mientras escuchaba como las bocinas avisaban la siguiente estación, quedaba una más para su bajada y no había recibido ni la más mínima mirada por parte del peliblanco, algo que ciertamente lo tenía muy nervioso, ansioso y ligeramente frustrado.

Se sentía ciertamente como un estúpido al igual que sabía que su comportamiento era algo infantil, por alguna extraña razón quería llamar la atención de el estudiante, quería que lo viera, que lo notará como casi todos los días de su vuelta al trabajó.

Le resultaba algo cansado volver a casa todos los días mediante aquel molesto tren lleno de gente a esas horas, creía que hasta podría darle un ataque de pánico por estar tan rodeado de personas de no ser por haber podido conocer a ese bello chicle de orbes grises gracias a el movil contrario que había caído en el momento exacto en donde el había entrado.

En ese momento pudo apreciar la belleza que tanto había leído en miles de libros, una belleza hipnotizadora que te atraía hacia ella como si se tratará de una magia negra en la cual el había caído por completo entre sus redes...

Y diciendo la verdad, el no estaba arrepentido de haber caído en lo más mínimo, más bien estaba agradecido por haber podido mínimo verlo, de haber podido apreciar esos bellos iris grises verdosos y de esa suave y pálida piel como la nieve.

Nunca pensó tener la buena suerte de que aquel chico lo mirase cada vez que subía al tren, siempre tenía su mirada, una bella e inocente mirada que le brindaba la fuerza y paz que tanto necesitaba después de un cansado día de trabajo, y aunque intentase disimular, siempre llevaba el mismo libro de regreso para simplemente no causar un cambio en aquella rutina que lo tenía muy encantado.

Es por eso que ahora estaba de esa manera, completamente ansioso y nervioso por el comportamiento del menor, un nuevo comportamiento que el nunca había visto en el.

Estaba ciertamente molesto por no ser el causante de tan bella reacción, se preguntaba sin parar quien sería la afortunada persona de estar robando la mente del peliblanco casi por completo, sentía una especie de presión sobre su pecho al pensar en el sólo hecho de que aquel estudiante tuviera ya a alguien más a quién apreciar y amar.

Pero, ¿Sabes? Aún si ese pensamiento fuera real no tendría por que importarle, no conocía a ese chico que siempre veía en el tren, solo habían hablado aquella vez en el accidente del movil, nunca se saludaron ni se presentaron, eran simplemente desconocidos, personas que solo se habían visto pero no conocido.

Un nudo en su garganta se formó en el instante en donde pensó en eso, dándose cuenta que había mordido más de lo que podía masticar, dándose cuenta que aunque intentase ser serio y maduro con todos sus esfuerzos en aquella rara situación, nunca podría tener tan siquiera a ese lindo peliblanco a su lado, ni como amigo ni como pareja sentimental...

"No me duele, claro que no duele, ¿Por qué debería dolerme si nisiquiera lo conozco?".

Se mentía casi por completo, su mente se nublaba con mentiras que hasta el lograba saber que eran palabras falsas, cosas que su resignado corazón había imaginado para no terminar más herido de lo que ya estaba por ese lindo estudiante de iris grises verdosos, piel pálida como la porcelana y cabello blanco teñido, tan bello y llamativo como la nieve en pleno invierno...

Nuevamente las bocinas anunciando la parada en la antepenúltima estación para su bajada fue la que lo saco de su mente, lo primero que hizo apenas escapar de ese laberinto fue mirar su lectura, ahora las hojas de aquel libro estaban algo arrugadas gracias a su forma de desahogar su "dolor".

Como si se tratará de una necesidad morir por el rabillo de la pasta del libro a el estudiante, ahora el había dejado de lado esa molesta libreta para empezar a ponerle atención a su movil, sin siquiera haberse dado cuenta chasqueo su lengua con notable molestia.

"¿Estoy enamorado?"

La respuesta era "Si", Error Crayon estaba enamorado de un completo desconocido...

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⏰ Última actualización: Nov 26, 2020 ⏰

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