¡¿Tu Eres Ella?! (Damián Wayne Y Tu)[EDITANDO]

02

Después de haber acomodado mis cosas y ropa, baje a la biblioteca, me dolía perder mucho en este lugar. Terminaban revisando las cámaras de seguridad para asegurarse de que siguiera en el lugar y así saber dónde estaba.

Tome un libro el cual parecía ser antiguo, brujos y magos, no parecía un libro normal, quizás era uno de los tantos libros que Bruce tenía en caso de un ataque.

Opte por dejarlo en su lugar, no quería problemas con algún hechicero o alguna maldición por haber tocado un libro sagrado, todo era muy silencioso, en mis tiempos esto estaba llendo de guerras con Dick, al no tener hermanos, el era lo más cercano que tuve a un hermano, al igual que tim y Jason aunque los últimos no se llevasen muy bien del todo.

Salí del lugar en busca de algo para alimentarme, eran las 6:00 pm era algo temprano pero no había comido en todo el día.

—Veo que tiene hambre, en buen momento señorita, he preparado galletas, por favor tome algunas antes que los demás jóvenes, probablemente terminen peleando al saber que las galletas están listas— alfred mantenía una sonrisa a lo que no me negué y como dijo tome algunas para luego agradecer por su acción, tenía razón,  los 3 anteriores robins peleaban por la más mínima cosa, no conocía a Damián pero nuestro primer acercamiento decía mucho de como era, después de todo había sido criado pata gobernar el mundo junto a su abuelo.

¿Cómo lo sé?

Pues fui criada por la mejor ladrona de Gotham, no fue difícil robar información de Damián pero pronto tendría que devolverla, Bruce se daría cuenta y me daría un batiregaño.

Caminaba por la sala observando cada detalle de esta, era bueno revivir los tiempos antiguos, extrañaba la comodidad de esta casa o quizás extrañaba a quienes habitaban el lugar.

[...]

Libertad, lo que ni yo u Sky teníamos en estos momentos, ambas nos encontrábamos acostadas en la cama, era algo extraño volver a este lugar pero me agradaba, mamá tardaría en regresar entre 2 a 4 meses de su viaje, habían ocurrido unos problemas y no me tenía que involucrar en ello, tampoco me interesaba mucho, sabia que madre tenía las cosas bajo control.

Tenia vagos recuerdos de este lugar, tenía entre 5 y 7 años cuando vivía en este lugar, me solía perder muchas veces ya que era muy grande para alguien tan pequeña.

Alfred fue como un abuelo, bruce como un padre durante ese tiempo aunque ahora no lo veo como una figura paterna.

Unos pequeños golpes se escucharon en la puerta a lo que respondí— Pase, esta abierto —al abrirse la puerta distinguí un mechón blanco a lo que falte hacia la persona, Jason, hace mucho que no lo veía, la ultima vez que lo vi había sido cuando tenía 16 o 15, era con el que mejor me llevaba de todos los chicos.

— ¿Qué tal pequeña? Veo que conociste al demonio, Alfred me lo dijo, ¿te hizo algo? — rápidamente negué, había sido yo quien dio una mala intención aunque madre me dijo que incluso con ella había sido así, si, ellos se conocían más no yo a el.

 —Se parece demasiado a Bruce, es una copia de el solo que más bajo y con ojos verdes y claro, peor carácter —comente recordando la forma en la que me observo, podía adivinar a que me comenzaba a detestar y aún no pasaba una semana desde que había llegado.

Mientras yo hablaba, Jason cargaba a Sky, era realmente dócil cuando entraba en confianza, por alguna razón la atención de sky se centró en el mechón blanco de Jason a lo que se puso a jugar con el.

— Tu gata me adora, ¿no crees que deberíamos hacer un intercambio? —rápidamente cambie de actitud y este se dio cuenta— es broma, es broma, no soy muy fanático de los gatos y lo sabes, tranquila además tenemos a Ace, a titus a batcow y a alfred el gato, quizás el le pueda hacer compañía a la tuya, ¿No crees, Sky?

La respuesta de Sky fue algo graciosa a mi parecer, le gruñó a Jason y se bajó de sus brazos, eso me recordó a la primera vez que ambos se conocieron, Jason la intentaba cargar y ella siempre escapaba de él o intentaba hacerle daño.

Era cierto, al principio Jason y Sky se detestaban, ella buscaba la forma de arañar o hacerle algo a Jason hasta que se fueron acostumbrando a la presencia del otro.

—Cambiando de tema, ¿Aún salen a patrullar en las noches?

Su rostro cambió drásticamente cuando pregunte eso, sabía a lo que me refería.