El tormento comenzó en un oscuro y frío Marzo.
Eras conocido desde hace años, pero las semillas de lo nuestro se dieron en aquella primavera.
Al empezar el verano tomaste vuelo y viajaste alto y lejos.
Más tarde regresaste al empezar el otoño, para iluminar pobremente con tu luz intermitente.
Era predecible tu partida, una vez más. Esta vez, tu luz se había tornado en fuego, terminando consumiendo mi alma y cuerpo por completo.
Debía marcharme, más mis alas eran ahora cenizas.
Tu fuego terminó consumiéndome por completo, y no fue hasta ese momento en mi agonía que decidiste partir una vez más.
Solo espero que esta vez tu partida sea permanente.
Me encuentro ahora sola en una fría y solitaria noche de invierno más. Mi existencia luce insignificante, pues has consumido todo lo que tuve que ofrecer alguna vez.
Las cenizas de lo nuestro vuelan con el viento, dejando marcas más profundas en mi piel. Mantengo evidencia de tus abusos del pasado, más ahora quiero seguir adelante.
¿Algún día podré volar yo también?
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Pensamientos absurdos en noches de insomnio
PoesíaEl tormento de un amor en marzo ha dejado marcas en mi piel y alma. Todos los poemas son para ti, escritos en tiempos cuando aún estábamos juntos y otros en tiempos cuando terminamos siendo enemigos. Fuiste lo mejor y lo peor que me ha pasado en la...
