тraмa: Sorpresa biches
adverтencιa: No tomes a pecho el titulo.
ᴊᴏᴇ ᴄᴏʟᴇ ᴀꜱ ᴊᴏʜɴ ꜱʜᴇʟʙʏ
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"Buenos días hermanos Shelby. " Cantó mientras abría la puerta de la casa de apuestas temprano en la mañana, listo para trabajar.
"Buenos días Casandra". Todos dijeron por unanimidad mientras colgabas tu abrigo y caminabas hacia el ajetreo y el bullicio de todo. Has sido amiga de los Shelby desde que tienes memoria, fueron básicamente una segunda familia para ti desde que murió tu padre. La tía Poll era como tu madre, y confiabas mucho en sus consejos, y todos los hermanos Shelby eran solo eso para ti, o eso se sentía.
Luego estaba John ... quien ocupaba un lugar especial en tu corazón, lo supiera o no.
Mientras preparas la caja para el dinero que seguramente traerán los apostantes, te das cuenta por primera vez que John se sentó sobre los libros, rascándose la cabeza. Frunces el ceño cuando te das cuenta de que no te dijo hola esta mañana y que no era su encantador yo habitual.
Caminaste hacia él, plantándote en la mesa, obligándolo a levantar la vista de los libros. Se sorprendió al verte, y su rostro se puso rojo lentamente mientras sonreía.
"buenos días Cassy " dijo.
"Buenos días, John. ¿Qué tienes en mente?"
"Uh ... nada ... eso ..."
"Te conozco mejor que nadie ... algo te tiene en la cabeza en otra parte. Vamos a caminar." Sugieres, saltando del escritorio y envolviendo tu brazo en el suyo, arrastrándolo fuera de la tienda en contra de su voluntad. Ignoró algunos de los silbidos que escuchó de sus hermanos cuando cerró la puerta detrás de ti.
Continuaron caminando con los brazos entrelazados, sin saber muy bien hacia dónde se dirigían. John estuvo en silencio durante un rato mientras sentían el aire frío de Birmingham pasar sobre ustedes.
"Entonces ... ¿qué tienes en mente, Johnny Boy?"
(no jodan, suena hermoso johnny boy)
Suspiró antes de finalmente decírtelo. "Son los niños, me están volviendo loco. Los amo, por supuesto que los amo, pero a veces desearía poder tener un poco de ayuda. Hago lo que hago por ellos, así que tenemos dinero para poner comida decente en la mesa, darles una buena vida. Pero no pude hacer un buen trabajo cuando solo dormí una hora porque Katie estuvo llorando toda la noche porque sus hermanos estaban tratando de pelear con ella ". Terminó, tomando un gran respiro.
Dejaste de caminar y te volviste hacia él, ahuecando su rostro entre tus manos.
"John, eres mi mejor amigo, así que sabes que... estoy mintiendo, lo digo para que te sientas mejor contigo mismo". Bromeas, pero él no parece reír. Lo sacudes, tratando de sonar más serio. "John, eres un padre increíble. Y... y puedo ayudar con los niños si quieres. Sabes que amo a esos pequeños traviesos ". Dices con una risita.