тraмa: saliendo del trabajo te encuentras con un John Shelby herido.
adverтencιa: nop.
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ᴊᴏᴇ ᴄᴏʟᴇ ᴀꜱ ᴊᴏʜɴ ꜱʜᴇʟʙʏ
Tarareaba para sí misma mientras caminaba arrastrando los pies por las oscuras calles de Birmingham. Así es como te las arreglaste para hacer soportable el camino a casa desde el trabajo e ignorar a los vagabundos y a los borrachos que te silban al pasar.
Tu paso era rápido, tu cabeza estaba baja, los ojos en tus pies mientras uno se movía frente al otro, tu tarareabas cada vez más fuerte al igual que las llamadas del auto. Deseabas poder permitirte el lujo de mudarte a un área mas agradable, pero eras una enfermera nueva en el único hospital que estaban dispuesto a aceptarla, y resultó que estaba en un vecindario peligroso en el que nadie más quería trabajar. Seguías tarareando, la noche como todas las demás cuando el grito llenaba las calles. Te agachaste un poco, sin tener idea de qué dirección venía y apresuraste el paso.
La pelea se hizo cada vez más fuerte y no te tomó mucho más tiempo darte cuenta de que estabas entrando directamente en ella. Tu cuerpo se tensó ante la idea de que las balas volantes entraran en tu cabeza, tú primer pensamiento era irte corriendo de ahí. pero seguiste el camino y cuando la luz iluminó la escena frente a ti, pudiste ver que no habría más disparos. Porque tan rápido como había comenzado se había detenido, dejando a un hombre en el suelo. Se desplomó contra una pared de ladrillos, con la mano al costado, pero guardó silencio.
Por mucho que te asustaran las peligrosas calles de la ciudad, fue tu adrenalina lo que te impulsó. No hubo tiempo para pensar en las infinitas posibilidades de quién era este tipo cuando te acercaste a él, notando rápidamente el color rojo que manchaba su camisa y su mano mientras respiraba con dificultad.
"Hola, señor, ¿puede oírme?" Le preguntaste mientras te agachabas ante él. Tenía los párpados medio cerrados. "Señor, mantenga los ojos abiertos. ¿Cuál es tu nombre?"
"John", respondió después de un rato.
"John, mantén los ojos abiertos. Creo que te han apuñalado ". dices, tratando de revisar la herida.
"No ha sido la primera vez". murmura.
"No te rías". Le aseguraste, viéndolo intentar y empezar a toser por el dolor, inclinándose. "El corte es bastante profundo, pero podría detener el sangrado si pudiéramos llegar a un hospital"
"No hay tiempo." Él graznó.
"No está tan lejos, si pudiéramos llamar a una ambulancia". Dijiste, tratando de inspeccionar tu entorno en busca de una respuesta y teniendo que apartar la mirada de él por un momento. Aunque estaba sangrando y herido, era hermoso.
"No hay ambulancia, no puedo involucrar a la policía". Levantó una ceja inquisitiva, pero él no pudo decirlo cuando sus párpados se volvieron pesados nuevamente.
