a little extraordinary || markhyuck ||

Capítulo 1

CAPÍTULO 1: TEMPRANO EN LA MAÑANA (COMIENZO)

Mark no consideraba su vida como especial. No de una manera deprimente, sólo sabía que había gente que llevaba vidas mucho más interesantes que él, y estaba de acuerdo con eso. No todo el mundo nació para estar en un libro de historia.

Su vida tampoco era aburrida. Tenía suficientes amigos que se levantaban a hacer tonterías cuando se aburrían, para poder decir con confianza que su vida no era aburrida. Simplemente no era increíblemente extraordinaria.

Eso fue hasta una fatídica noche a finales de otoño.

Fue entonces cuando su vida se volvió un poco más extraordinaria.

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Era alrededor de la una y media de la mañana, en una fría noche de otoño, cuando Mark fue rudamente despertado por un fuerte golpe en la ventana de su dormitorio. El dormitorio de Mark estaba en el segundo piso y la única forma de subir era subiendo por un precario tubo de desagüe. Su ventana tenía la fascinante vista de la pared de la casa de al lado y un poco de la calle.

Mark estaba sentado en su cama, con los ojos fijos en la ventana con cortinas y su corazón golpeando fuertemente en sus oídos. Su primer pensamiento fue que se trataba de un ladrón, pero vivía en una buena parte de la ciudad y los robos eran tan comunes como los pájaros tropicales.

Así que, naturalmente, su cerebro aún medio dormido le convenció de que era una mierda de cuento paranormal americano, que sonaba mucho más sensato y que le llevó a donde estaba ahora, de pie en medio de su habitación a medio camino de la puerta, pero demasiado asustado para dar la espalda a la sombra humanoide del alféizar de su ventana.

La sombra se movió ligeramente y luego volvió a llamar, un poco más impaciente que la primera vez. Mark se estremeció y soltó un grito indigno, inmediatamente abofeteando una mano sobre su boca. Esperaba frenéticamente que su muerte fuera rápida y que sus padres usaran una buena foto suya para cuando la noticia de su brutal asesinato fuera transmitida por televisión.

La figura sombría se movió de nuevo y luego dijo:

— Escucha, sé que estás despierto, abre la maldita ventana —

Mark, todavía congelado en el medio de su habitación, miró sorprendido a la ventana acusadora. La voz que había hablado era un poco más alta que la suya, pero inequívocamente era un niño, un niño con un sonido muy humano.

Intentó responder, pero su voz no cooperaba y sólo sonaba como una rana estreñida.

El chico suspiró fuerte.

— Abre la maldita ventana. No voy a matarte —

A Mark no le pareció muy convincente, pero tenía la clara sensación de que esta persona no se iba a rendirse tan fácilmente, y de todos modos si moría al menos no tendría que hacer más problemas de matemáticas. Siempre mira el lado positivo y todo eso.

Lentamente se acercó a la ventana y escuchó un apagado "por fin" mientras corría las cortinas.

El chico estaba iluminado por la tenue luz que venía de la calle y Mark sólo podía ver una mopa de pelo castaño rojizo y un par de ojos oscuros que le miraban desde el otro lado del cristal. Alcanzó el pestillo y abrió la ventana.

Casi inmediatamente el chico puso todo su peso contra la ventana y la forzó a abrirse más. Mark volvió a tropezar y vio con un sorpresivo silencio cómo el chico bajaba del alféizar de la ventana y entraba en su habitación.