Capitulo 27

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Rubius

Estaba sentado en el sofa cuando Jen me trajo un te. No me gusta demasiado el te, pero en ese momento todo era la misma mierda. Le di un largo sorbo con la mirada perdida y se lo devolvi.
-Gracias- ni siquera la miraba. Sentia que mi vida se habia terminado. Sentia un vacio incomparable, parecido a cuando alguien muere. Todo por Mangel. Mi Mahe. Pero no podia seguir asi por siempre, Jannies estaba embarazada y debia cuidar de ella.
-Jen..te parece si mañana en la manaña vamos a comprar un par de cosas.. para el..bebe?- Coño. Un bebe. Que diria mi familia? El padrino? Mi madre? Me cago en todo. Me gire a mirarle ya que no habia contestado y note sus ojos mojados.
-Jen? Que sucede? Te duele algo?- Me preocupe enseguida. Que tal si durante la pelea con Mangel la habia empujado accidentalmente y habia dañado al bebe? 
-No es nada Ruben. Estoy muy feliz. Son lágrimas de felicidad- me dijo y me abrazo rapidamente.
Luego de cenar algo nos fuimos a la cama y nos quedamos dormidos enseguida. 
Me desperte temprano en la mañana y por un momento no recorde donde estaba. Ese maravilloso puto instante en el que no recorde la pelea con Mangel, al bebe y Jennifer durmiendo mi lado. Me gire a verle y estaba profundamente dormida, asi que me levante con sumo cuidado y me vesti rápidamente. 
'Sali a comprar unas cosas. No tardo mucho, no te vayas. Ruben'
Deje la nota en la mesa de la cocina donde la veria. Sali del departamento a la calle y comence deambular sin rumbo. Al contrario de lo lógico, mi mente estaba en blanco. No me atormentaban los problemas, solo estaban allí. Caminando llegue a una calle con varios comercios y me detuve en seco en una vidriera. Se llenaron mis ojos de lágrimas un momento pero luego entre decidido. 
Sali del negocio arrastrando mi alma tras de mi. Era como si cargase el peso del mundo en mis hombros, pero era lo correcto. Era lo correcto…verdad? Me sente en un banco de por alli y saque mi movil. Ni señales de Mangel. Marque su numero y esperé con el corazón oprimido. No hubo respuesta. Coño Mangel, atiende ya. Intente 6 o 7 veces mas hasta que me rendi. Marque una ultima vez su numero y escuche su voz en el contestador automático.
-Hola Mangel…yo…queria decirte…que lamento muchisimo todo esto… las cosas se salieron de control…mi vida es una puta mierda ahora y lo es aun mas sin ti en ella..- solloze y me lleve una mano a la cara.- yo… tengo que hacer lo correcto..no quiero hacerlo..pero no tengo opcion…- mis intentos por contener mi angustia eran inutiles. Estaba llorando como una puta nena. - Te…te quiero Mangel- corte.
Volvi al piso caminando lento ya arrastrando mis pies. Mi madre me habia criado como un caballero y, aunque fuera lo ultimo que hubiera hecho en otro momento de mi vida, ahora era lo correcto. Encontre a Jennifer en el sofa mirando la tele. Me saludo sonriendo, y yo tome el control remoto de sus manos y apague la tv. La tome de las muñecas y tire de ella delicadamente para que se parase.
-Ruben que tienes?- me pregunto buscando mis ojos. Le mire y di un largo suspiro. Tome su mano y apoye una rodilla en el piso. Junte valor, respire hondo, meti mi mano libre en mi bolsillo sacando lo que habia comprado hace un rato,le mire a los ojos y le dije:
-Jen…te casarias conmigo?-.

Mangel

Fui toh er camino rogahdo que Rubiuh no ehtuviera en eh piso. Al shega a la puehta, sohtuve lah shaveh en mih manoh varioh minutoh anteh de dicidihme a entra’. Cuahdo lo hize fue muh silehciosamehte, en caso que ehtuviera duhmiendo. Avahze hahta la cocina y hashe una nota que decia que habia salío. Entohceh no ehtaba solo anoshe… me dirigía a mi cuahto cuahdo ehcushe la dusha. Debe seh Jen. Mejoh, nuhca notara que ehtuve aquí. Recogí uh pah de cosillah mah de mi habitacioh y me dirigí a la puehta ihtentahdo no mirah atrah, no recohdah nah, no shora’. Lo logré. Vale, logré no derramah lagrimah hahta atravesah la salía. A dohde habria ido Rubiuh? Jodeh, le ehtrañaba tahto a pesah de lo que habia sucedío. Camine hahta la parada der buh que me llevaba a lo de Alehby cuahdo le vi. Una sohrisa se dibuho eh mi cara cuahdo vi a Rubeh paseahdo poh unah tiendah, comehze a cruzah la cashe y me detuve congelao. Eh ese momehto lo ehtendi toh. Cohprendi que yo solo había sío un juguete en su vía y a quieh rearmehte amaba er, era a Jani’ y se casaría coh esha. Vi su ehpalda entrah a la joshería matrimoniar y me quede ehtatico. Er muhdo se podía dehtruih a mi arededoh que no me importaria eh asoluto. Nada me ihportaba ya. Le había perdío para siehpre. Sehti lah lahgrimah humedeceh mih mejishah y no me importó. La gehte pasaba a mi lao y me ehpujaba y no le prehtaba atehcioh. Me sehtia como parao en er medio de una niebla densa de la cuah no me molehtaria en salih. Ehcushaba loh sonidoh de la cashe pero no podía pensah en eshoh, lo unico que ocupaba mi mehte era Rubeh. Mi vía ya no valía la pena. O ar menoh esoh sentí anteh de oír la frenada de lah ruedah der buh a mi lao.

R y MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora