La Guardiana del Bosque

La Nieve y la Muerte

Sakura

Estaba muy mareada por el calmante, pero pude tomar las riendas del caballo y guiarlo hacia mi cabaña. Soportó el camino lleno de nieve y logro aguantar mi peso. Me di cuenta que llevana un cabestrillo en el brazo derecho para que descansara mi hombro.

El caballo desprendia el calor que necesitaba para seguir con vida, ya que la medicación no me permitia regular con normalidad mi temperatura.

El bosque estaba muy frio pero los rayos del sol comenzaban a desprender un calor suave y escuchaba a las aves despertarse y algunos animales o criaturas corretear.

Cuando llegué a mi cabaña, Ino estaba en la puerta con su abrigo de piel esperandome y asustada. Apenas vio al caballo, salió corriendo hacia mi.

—¡Sakura!— exclamo aliviada y preocupada— ¡Por todos los Dioses!

Tomó las riendas del caballo y lo guio hasta el árbol mas cercano para atarlo. Se metió dentro de la cabaña para buscar otro abrigo y volvio para ayudarme a bajar y taparme.

— Me desperté y no estabas en la cabaña— me contó mientras me ayudaba a ponerme de pie—, pensé que habias ido a cazar pero cuando no volviste en el amanecer— se detuvo y me  abrazó—, pensé lo peor.

Estaba por contarle lo sucedido, pero Ino descubrió el simbolo del Clan Yamanaka en la silla de montar y se sorprendió.

— Tu mamá— le expliqué—, me ayudo a escaparme.

— ¡¿Escaparte de que?!— preguntó muy asustada Ino. Me iba a matar cuando le contara lo sucedido.

— Debemos irnos al continente Ino— solamente le expliqué—. Cometí un error muy grave y ahora soy fugitiva.

Ino no entendia nada, lo noté en sus gestos faciales. Estaba shockeada y cuando notó mi cabestrillo me obligo a que le contara todo. Comencé a explicarle que me encontré con el Samurai leal al Principe, y que habia revelado mi identidad para que no me asesinara ya que estaba desarmada.

— Me saqué el hombro de lugar cuando me caí y él me llevó hacia tu mamá para que me curara— le conte mientras le mostraba el cabestrillo—, pero tu mamá me ayudo a escapar cuando quede inconsciente al acomodarme el hombro.

— ¿Cómo esta ella en este momento?— noté preocupación en su voz mientras me escuchaba mi historia.

— Estaba cerrando el local cuando llegamos— le expliqué—. No hable demasiado con ella pero me ató una nota en mi muñeca.

Se la entregué y ella la leyó con lagrimas en los ojos. Se las secó y fuimos para adentro mientras ella prendia la chimenea para que me calentara y me servia un plato de sopa.

— Debemos irnos al continente Sakura— me pidio Ino—. Debemos tomar el primer barco que salga de este Imperio e irnos para siempre.

Sonaba muy cobarde pero en cierta manera era verdad. Pero no podia dejar el Bosque, era mi responsabilidad. Aunque al verla habia dicho de fugarnos, cai en la cuenta que no podía irme.

Abandonar el bosque seria lo mismo que dejar de lado los planes de mis ancestros y olvidarme de ellos pero tampoco podia defender el Bosque enjaulada en el palacio.

— Ino— le dije tomandole su mano derecha con mi mano sana—, debes irte tu— le dije tranquila pero en el fondo con miedo—. Es mi deber como Guardiana quedarme aca.

Ino me miró enojada. Sabia lo que pasaba por su mente de alguna manera, y sabia que me arrastraria hasta el primer barco que viera.

— ¡No puedes quedarte aqui despues de lo de anoche Sakura!— tomé un sorbo de la sopa y luego la miré de vuelta— ¡Te encerraran y anda a saber que harán contigo!