Parte 3. Versículo 2 .Hegemonía.

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Horacio vuelve a casa.
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Vuelve a mi.



El moreno colocó la llave y la giró suavemente, logrando que el mecanismo provocará un ligero click. Dicho acto no pasó desapercibido. Instantáneamente conectaron miradas como si pudieran leer la excitación del otro al saber quién estaba detrás de esa puerta.

-¿Tiene hambre, Jack?- susurra el rubio entre jadeos.

El pelinegro responde con un gesto altamente atractivo, se relame los labios que detona una sonrisa sorpresiva en Gustabo, todavía le sorprendía cuando TheCleaner le seguía el juego.

Después del click, vino un flop, la típica escena que al que llega se le resbala la bolsa de las manos y tiene ojos como platos. ¿Podría reaccionar de otra manera al contemplar su anhelada pesadilla comiéndose a su hermano de nuevo?

"Escapa"

Rápidamente gira su torso y toma el pomo de la puerta dispuesto a salir.
Pues claro joder, la respuesta era clara, huir y no mirar atrás.

TheCleaner no tarda en maltratar sus oídos con su imponente acústica, no parecía desesperado, simplemente dijo la orden con ferocidad.

𝑅𝑒𝑠𝑡𝑒, 𝐻𝑜𝑟𝑎𝑐𝑖𝑜.—

Su mano se soltó automáticamente del pomo, sin embargo su cuerpo temblaba al luchar con el miedo que sentía. El brazo subía y bajaba hasta que miró al frente y captó el rostro expectante de Gustabo.

Se había olvidado, no podía dejarlo allí sufriendo solo. Sabía que si vacilaba podría abrir la puerta , pasó mucho tiempo desde que vió a TheCleaner y eso había afectado al nivel de sumisión.

Pero si se iba sin Gustabo, ¿ qué le quedaba ? ¿ cómo viviría con la culpa?

Icci

Baja la extremidad derrotado, al igual que su mirada recula al piso.
Era imposible escapar de él... Si desobedecía era capaz de dañar al rubio si él no estaba a su alcance, añadiendo que su cerebro tampoco estaba a su favor , llevando pulsaciones nerviosas a sus piernas que activaron un ritmo de pasos fúnebres y pesados.

El pelinegro nota la exaltación del rubio al ver de nuevo como usaba sus trucos, le regala una sonrisa ladina que borra completamente para observar al crestoso.

Con su dedo señala un sitio en frente de la tele.

Quédate ahí. Estoy pensando en cómo castigarte por intentar marcharte.—

Entonces Horacio se sentó a 1 metro de ellos siendo consciente de todo el acto sin excepción.  Por lo menos habían parado de moverse, aunque seguían unidos.

Tras unos segundos, lanzó su nuevo comando:

Vas a observarlo todo, sin tocarte, y menos te voy a tocar yo. Vas a estar babeando viendo cómo penetro a tu amigo incansablemente. ¿Qué te parece?—

"¿Y ya? ¿ Es esto una broma ?"  Ya había tenido esa experiencia, no era para nada el castigo que se esperaba. El moreno asintió sin peros.

B•E•S•T•I•A -Jacktaciabo-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora