En una Dimensión recientemente formada por la colisión de otras sub-dimensiones se encontraban dos Jóvenes, uno de ellos castaño, de tez café claro y chamarra roja, y una bella joven con cabello dorado y una bella trenza holandesa que llegaba hasta...
- Cinco años desde la "colisión dimensional" - Un día para el Nuevo inicio
-Eco Arroyo, Casa Díaz:
El joven Marco inició su día recostado entre su cama y su escritorio, no puede siquiera recordar desde cual de ellos intentaba volver al otro, debido a su tediosa rutina. Seguido de lavar sus dientes y cambiarse procedió a bajar las escaleras, tomó una taza de café y aprovechó para observar por la ventana, lo que divisó fue un clima sombrío, a pesar de ser las 4pm una neblina consecutiva de la lluvia del día anterior no permitía ver correctamente el camino, por ello, el joven se dispuso a no ir en coche a su trabajo.
Este día era realmente importante para él, ya que sería expuesto su mayor proyecto a la junta directiva. Esto conseguido gracias a ser premiado por uno de sus inventos recientes, el cual consistía en un método de separación de partículas que conseguía volver un producto en su previa materia prima. Esta premiación no solo le permitió un ascenso y por ello un aumento, sino también el liderar la sede de Eco Arroyo, la cual gracias a sus logros recibiría una mayor inversión al ahora estar a su cargo, con ello la libre disposición de llevar a cabo sus proyectos más anhelados; un condensador de ácidos nitrosos, una reinvención del fuego romano, eran solo algunos de sus proyectos, estos más bien centrados en la recaudación de fondos y publicidad. Pero su más deseado proyecto era el "Inception".
Desde la fusión de Mewni y sus tres reinos con la tierra llamada Earth-ni, y la paralela perdida de toda magia, Marco comenzó a desarrollar este proyecto con la idea de tener acceso a las demás dimensiones que junto a su querida compañera conocieron.
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Ella era una hermosa joven de unos veinte años, tez clara y de gran rubor, un cabello lizo aunque algo desmarañado vestida de la chaqueta de su esposo era quien yacía en el sillón con uno de sus hijos, el más pequeño, dormido encima. Observaba cariñosamente a su esposo esperando su beso de despedida.
- Te abrazaría yo misma, pero se despertaría el bebé - dijo en tono sutil y acogedor mientras lo miraba sonriente y cansada -, me conformaré con un beso, por ahora - comentaba ya en un tono picarón y extendiendo sus brazos simulando alcanzarlo.
Marco se rio debido a recordar el hecho que desde hace un tiempo ellos solían dormir más en el sillón que en su propia cama debido al trabajo. El se acercó a su amada, besó su frente y luego apoyó la suya en esta mostrando su afecto. Se colocó su bata, tomó una chaqueta y procedió a retirarse, no sin antes decir adiós a su mujer y sonreírle.
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