PROLOGO

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(Cronos) abril de 1644

Lleva varias horas dando vueltas en su habitación, nervios previos a la boda le dijo hace un rato una de sus criadas, pero ella simplemente no lo cree, al parecer la situación se le está saliendo de las manos, tiene miedo, un dolor se extiende por su pecho, necesita hablar con alguien, compartir sus penas antes que sea tarde.

­­> Señorita Sabina, el señor Liam está aquí - su criada sale rápidamente de la habitación. Esta visita no se la esperaba, no reacciona hasta que su futuro esposo esta frente a ella.

>Y dime ¿a qué has venido? - prosigue a sentarse, no es justamente la persona con la que quiere hablar, desea que se vaya rápido mañana será un día ajetreado y no quiere tener tantas cosas en su cabeza.

>Acompáñame - Liam extiende su mano, seguro que entre más rápido empiece más rápido acabara.

>Esta noche las estrellas están hermosas- Liam la observa plenamente. No es la primera vez que las ve, las ha visto más brillantes en otras ocasiones, dicen que las estrellas solo brillan en reflejo para quien las ve, pero esta noche están más apagadas que nunca.

> ¿Sucede algo? - no tardó mucho en darse cuenta, no es precisamente la persona con la que pensaba desahogarse, pero le quiere bastante y después de todo será su futuro esposo, aún recuerda cuando de niños solían jugar en el patios del palacio, los tres juntos Liam, ella y su Hada del bosque.

>Tengo esta sensación de que todo se me va de las manos - Liam comienza a reírse desenfrenadamente, esa reacción sí que no se la esperaba.

>No sabía que una boda te pondría de este modo, Sabina has cambiado- la toma de las manos y la abraza, hace mucho no tiene uno de sus abrazos, se alegra de al menos no casarse con un desconocido, conoce a Liam desde su niñez, es su mejor amigo de toda la vida, nunca la lastimaría y siempre podría confiar en el sin embargo sigue repitiéndose que el destino no está a su favor.

>Si, si debe ser eso. Me apena que me veas de esta forma- cubre su rostro con ambas manos y le da un codazo, por el bien de ambos debe simular que todo anda bien.

>Tranquila todo irá bien- asiente, aunque no está segura de que así sea, continúan mirando las estrellas durante un rato, se despiden y vuelve a su habitación.

Debe ver las cosas de la mejor manera, está siendo muy negativa y eso la afecta demasiado, seguramente todo saldrá bien y solo se está armando cuentos en su cabeza, para despejar su mente y sentirse más segura decide escribirle una carta a la persona que desea tanto ver desde hace unos días, en caso de que algo salga mal le confesara todo, solo espera que su carta le pueda llegar lo antes posible.

Toma la carta y la guarda bajo el cofre que le regalo hace más de dos meses, le piensa mucho, aunque ya casi no se vean. Debe dejar de dar tantas vueltas, necesita descansar para poder sentirse bien mañana, nacer en una de las familias más ricas del imperio no estaba en sus planes, siempre se consideró más de la vida tranquila del campo. Convertirse en reina tampoco es algo que desee de hecho se negó a su compromiso muchas veces, pero sus padres siempre insistían, fue hasta que su madre lloró frente a ella que tomó la decisión definitiva de aceptarlo y desde entonces siempre ha pensado que el destino no la favorece de ninguna manera.

Se recuesta he intenta acomodarse de la mejor manera para dormir, pero no lo logra, mañana tiene que llegar antes que todos necesita estar segura y cerciorarse de que todo esté bien, le pedirá a Jiu su criada que la acompañe.

***

>Señorita, señorita – la voz de su criada la despierta abruptamente, desearía haber descansado más, pero era algo inevitable con todo el alboroto de estos días.

>Señorita, le recuerdo que debemos llegar antes que todos - nunca había visto a Jiu tan afanada, aunque siempre fue así de estricta y puntual.

>Ya voy- debería de ducharme y arreglarme rápidamente antes de que Jiu se enoje.

Salgo de manera apresurada y Jiu me ayuda a ponerme mi vestido, y luego a arreglarme el cabello, me sorprende el hecho de que una persona sepa hacer tantas cosas.

>Listo Señorita iré a arreglar el carruaje - Jiu sale de mi recamará y no puedo evitar dirigir mi mirada hacia el cofre y las cartas que he guardado bajo el, todo saldrá bien me repito para mí misma.

Jiu me hace una señal y salgo de inmediato del lugar me dirijo al carruaje y entro en él, no será un viaje largo puesto que el palacio no está a una larga distancia solo tardare 15 minutos por lo mucho, así que decido ponerme cómoda y relajarme.

>Señorita ha estado un poco distraída estos días - Jiu refleja angustia en su rostro es verdad que la he hecho preocuparse bastante por mi estos días, más que una criada se ha convertido en mi amiga, mi única amiga ahora que lo pienso ella ha superado junto a mi muchas situaciones incluyendo las constantes peleas con mis padres.

>No es nada tranquila, ohhh- veo a través de la ventana el inmenso palacio, Jiu me invita a bajar del carruaje y mis nervios empiezan a aumentar, todo está organizado de manera asombrosa.

>Por aquí mi señorita -Sigo a Jiu hasta el centro del palacio donde se supone que debo esperar a mis futuros suegros.

>Iré a arreglar la otra habitación -Jiu me avisa y se marcha, por otro lado, me quedo observando el lugar, es totalmente impresionante pero lo que más llama mi atención es el hermoso estanque, esta todo decorado con hermosas rosas, es obvio que esto fue obra de Liam sabe que me fascinan, aunque esa clase de rosas en específico son muy difíciles de encontrar, las miro durante un largo rato así cuando no estén conmigo mantendré su recuerdo vivo en mí. Escucho un grito ensordecedor que proviene de la sala en que estaba Jiu, corro rápidamente para ver que paso, seguramente se resbalo o se lastimo. En cuanto abro la puerta para entrar a la sala, veo algo que me parece extraño y un horrible olor a cebolla se extiende hasta mis ojos, tan solo entrar mis pies se detienen en seco y me tropiezo sin poder ver nada.

> ¿Qui-quién eres? – una vez en el suelo no puedo evitar toser.

> ¿Por qué esa cara? las estrellas que brillan hoy reflejan muerte.

Scarlet: la ultima nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora