CAPITULO 1

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Una vida corta y despreocupada parece vislumbrar cuando tu corazón no funciona como se debe, es débil, cobarde y frio, el miedo desaparece, la mente es solo otro cuadro abstracto, un corazón que no resiste el dolor, quien podría amar a alguien que está destinado a vivir en dolor para siempre.

1 año antes

Siempre me he considerado privilegiada por estudiar en la mejor universidad del estado, sin embargo, ser una estudiante becada nunca se ve bien en ningún lugar, no debería ser así, ser inteligente no debería ser visto de esa forma solo por el hecho de no tener dinero o tener menos dinero que el resto. Aunque ese no es mi caso, es cierto que poseo bastante dinero y sin embargo estoy becada, pero eso nunca me ha exentado del odio de los demás.

Harriet...

Harriet...

Llegaras tarde de nuevo- Ethan siempre me regaña por todo, eso de ser el hermano mayor siempre le ha afectado, cree que debe corregir todo de mí.

Si claro- balbuceo para mis adentros, debo admitir que es verdad en las últimas semanas he estado bastante distraída, ya tengo cinco faltas por llegar tarde y los exámenes finales se están acercando no puedo darme ese lujo.

Recojo cada una de mis cosas, me despido de papá y salgo de casa junto a Ethan, ambos esperamos la camioneta que nos llevará.

Debería fingir que no te conozco - Ethan me ve con fastidio, pero yo le dé vuelvo la mirada con una sonrisa falsa.

Todo el mundo sabe que somos hermanos además vamos a la misma universidad no te salvas- aparto mi mirada para ver la camioneta que para frente a nosotros.

Ethan sube después de mí y cierra la puerta bruscamente, yo me enfoco en ver la cara del señor lee nuestro chofer, gran amigo de mi padre desde su juventud tanto que lo contrato como chofer y lo trata como si fuera su familia, cuando era niña no le hablaba casi puesto que sus rasgos medio asiáticos me confundían, Ethan siempre le decía a papá que había nacido defectuosa y que era una bebe racista pero el solo se reía.

Tan pronto llegamos me despido de Lee y me apresuro a entrar. Ethan preparo sus libros desde el día anterior, pero yo tuve que pasarlos a buscar a la residencia y también a dejar mi cosas, soy la niña de la familia no se supone que yo debería ser la responsable.

Llegué bastante agitada hasta el pasillo en que se encontraba mi casillero que, como casi siempre, estaba lleno de mensajes de odio, recogí lo que necesitaba y lo metí en mi maleta junto con varias de las notas que me habían dejado en la residencia, los profesores no deberían verlas lo último que quiero es que llamen a mi padre o se entrometan en mi vida.

Corrí y logre divisar al profesor Rumpestilkin al final del pasillo el cual estaba entretenido hablando en su celular dándome la oportunidad de entrar al aula desapercibida, esta vez me aseguraría de no tener otra falla y mucho menos en esta clase.

Entre en el aula y camine hasta el fondo de esta donde me esperaba mi compañero de clase el cual afortunadamente era mi mejor amigo.

>Llegas tarde............ otra vez, tienes suerte de que Rumpestilkin se haya retrasado por su proceso de divorcio-me dijo mientras yo sacaba mis lapiceros.

>Pareces mi vecina, siempre al corriente de todos, ustedes dos podrían sentarse toda una tarde a hablar- su rostro mostraba seriedad la cual me sorprendió.

>Para que lo sepas Doña Elenita es muy buena persona- me eche a reír, ¿enserio la defendía?

>Esto es por asustarme- comencé a lanzarle algunos de mis lápices.

>No.... No la mina 1.5 por favor, me va a sacar un ojo- siempre termina suplicando que lo deje ir.

Espera- su mirada se dirigió hacia el suelo donde se encontraban los mensajes que me habían dejado en mi casillero, el los tomo y empezó a analizarnos detalladamente.

Jajajajajaja, olvídalo ven dame eso- intente quitárselos, pero él los seguía leyendo y en cuestión de minutos su rostro cambio.

¿Otra vez? Me dijiste que ya no lo hacían- su mirada recayó sobre mí.

Ya no escriben en el casillero, solo ponen sus comentarios en papelitos cuál muro de los lamentos, además solo lo hacen allí, por suerte no han llegado a la residencia. - le quite los papelitos de la mano y aunque le mentía sinceramente no quería preocuparle.

Es más, ni siquiera los leo.

-...-se me quedó mirando.

-Bueno de vez en cuando lo hago, sabes que soy curiosa.

-...- se cruzó de brazos.

- Esta bien- levante mis manos en señal de rendición- Los leo casi siempre. Pero no me afectan sé que son envidiosos ¿verdad?

Puede que eso sea verdad, pero creo que nadie debería estar leyendo cartas como esas todo el tiempo, no creo que sea bueno para tu salud- me dijo mientras ponía su mano en mi frente- creo que hasta has perdido la cabeza.

Ay ya deja el dramatismo- casi no me di cuenta cuando quito la mano de mi frente y me quito ágilmente las cartas de la mano.... otra vez.

Pero Insisto, no le hace bien a tu cabeza. - metió las cartas en el bolsillo de su pantalón. Iba a reprocharle, pero en ese momento entro Rumpestilkin un poco afanado.

Buenos días muchachos, disculpen la tardanza se me había presentado una situación algo incomoda con mi esposa... No sé ni por qué les doy explicaciones. - dijo eso ultimo como para sí mismo, se notaba que había quedado algo aturdido.

Bueno, eso no importa en este momento, iniciaremos la clase con el examen que teníamos pendiente desde la última vez que nos vimos.

Que hermosa manera de empezar la semana, con un suculento examen de química, no confundan no la odio ni me va mal, pero creo que cualquiera coincide con que es un grano en el trasero cuando quiere.

Rumpestilkin nos repartió los exámenes y cada uno empezó a llenarlo con la actitud más positiva posible. En realidad, no estaba complicado, pero en si estaba hecho para confundir, aun así, logre terminarlo faltando unos 10 minutos para terminar el tiempo.

Me di cuenta de que Harry no había guardado bien los papelitos que me había quitado, así que mientras el terminaba su examen intenté sacarlos y por lo menos en esta ocasión con éxito.

Hey! - me reclamo en un susurro al darse cuenta.

Tranquilo los voy a botar- tenía la intención de botarlos sin que nadie se diera cuenta, pero en esas el señor Rumpestilkin ya estaba frente a mí con los brazos cruzados. Extendió la mano y con la mirada pidió los papelitos, sin más opciones se los entregue.

Carajo ahora si la cague- Harry empezó a reír- Hey no te burles de mis desgracias, y más bien termina ese examen de una buena vez.

Lo que realmente me intriga es saber quién te deja esas notas en tu casillero

¿Por qué lo dices? - la verdad no entendía porque le ponía tanta importancia a algo tan irrelevante.

Pues he observado tantas notas que te dejan e incluso cuando te escribían con rotulador y ahí algo de lo que hasta ahora me acabo de dar cuenta.

¿De qué hablas? -puso en mi escritorio algunos papeles que quedaron dentro de su bolsillo y no logre sacar.

Míralo tú misma- me fije bien en los papeles.

Scarlet: la ultima nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora