CAPITULO 11

4 1 0
                                    


Harriet...Harriet te encuentras bien?

Harry se había ofrecido a acompañarme todas las mañanas hasta a la universidad, pero no tardaría mucho en agotarse a pesar de que mi residencia estaba cerca la de el no y el solo hecho de pasar por la mía era más camino que recorrer.

> ¿Harriet estas ahí? - se puso frente a mí.

> ¿Ehhh? Si, si claro aquí estoy.

>No sé porque, pero ¿paso algo de lo que deba enterarme?

>Ahhhhhh no, solo no dormí bien anoche, no te preocupes. - ¿Qué si había pasado algo? Es mas que no paso, desde que me mude hace unos días, no he podido dormir bien y todo es culpa de Jordan esa chica con pelo morado que me introdujo cuando apenas llegue. Por otro lado, el chico de la habitación junto a la mía era extremadamente callado nunca escuchaba ni un solo ruido por eso siempre terminaba callando a Jordan cuando empezaba a gritar.

Habían pasado ya 6 días casi una semana y aun no tenía su apodo, Jordan había escuchado una de nuestras conversaciones y desde entonces me molestaba con el "bella dama" pero procuraba callarla antes de que el escuchara todo ya que las paredes eran de papel.

Me despedí de Harry y fui a tomar mi primera clase, hoy solo tendría dos pero lo que me preocupaba era que aún no habíamos hecho el primer avance del proyecto, con el ojiverde habíamos quedado el martes, pero lo termine aplazando ya que lo olvide. Lo único bueno era que teníamos aun tiempo para reunirnos y hacerlo, aunque me sentía algo nerviosa de hablar con él, era extraño, pero aún no me acostumbraba a vivir con él, cada vez que pasaba por la cocina nos encontrábamos y trataba de evitar su mirada, de vez en cuando me hacía algún comentario que me causaba gracia, trataba de verlo como veo a Harry para dejar mi nerviosismo, pero no funcionaba a decir verdad su silencio me desesperaba.

Caminaba rápido por los pasillos, en mi mente caminar rápido evitaría que nos encontráramos, aunque en la ocasión que me acompaño hasta mi antigua residencia me sorprendió las personas no suelen agradarme a la primera, pero sentía como si lo conociera de toda la vida.

>Buenos días- salude a todos mientras entraba a la Despensa, camine hacia la cafetera con rapidez.

>Buenos días- el ojiverde apareció de la nada como si mi mente lo hubiera invocado.

>Bu- buenos días- estaba en shock, justo tenia que ser el, tal vez lo pensé demasiado ¿tendré ese poder mental tan desarrollado?

>Bella dama ¿estás ahí? - agito su mano frente a mí.

>Ahhh si, si tranquilo- porque siento que esta escena ya la había vivido.

> ¿estabas pensando en mi verdad?

>Si, si claro.

> ¿escuchaste lo que dije verdad? - agito su mano de nuevo.

>Claro que sí, si estoy pensando en ti. - me detuve de golpe al darme cuenta de lo que había dicho. - Ehhh es decir.... Lo siento la verdad es que estoy algo desconcentrada hoy.

>Jajajjaja Tranquila- tomo su café y camino hasta la puerta entonces freno de golpe- es obvio que pensar en mi hace perder la concentración de cualquiera.

>Oye espera...

>Adiosss- se despidió con una sonrisa arrogante.

Sali rápidamente de la Despensa y fui a mi primera clase, saliendo del aula revisé mi teléfono aun tenia los mensajes que me habían enviado esa mañana, al final de cuantas no los había abierto y seguía sin saber de que hablaban todos eran de distintas personas, decidí abrir el chat todos los mensajes eran sobre mi antigua residencia, había varias fotos. Abrí el ultimo chat, pero este era desconocido también me había enviado las fotos de mi residencia, pero este chat era diferente.

Scarlet: la ultima nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora