Apuesta
El cielo estaba adornado por grandes nubes grises. Se veía que habría una tormenta. Eran las 6 de la mañana, el frio abrazaba a la ciudad de Nueva Jersey. Las clases estaban por comenzar.
En Richorserd, la escuela privada de ahí. Las clases comenzaban a las 6:40.
Lilyana se levantó de su cama, se estiro y resoplo enfadada. Amaba la escuela, pero no soportaba ver las caras falsas de todos ahí. Niñatos mimados que creían que por tener el auto ultimo modelo ya eran las criaturas más hermosas de la tierra. Que todos los respetarían.
La mansión estaba en completo silencio, ninguna cosa, ningún susurro, ni siquiera el del viento. Se escuchaba. Un piano de cola, paredes blancas y negras; una cama matrimonial, una mesa de noche, un escritorio color crema, una katana en la pared y un closet adornaban el cuarto de Lilyana.
Esta se paro y se sentó al borde de la cama. Se levantó y fue a el escritorio, ahí encontró su uniforme. Una falda negra de vuelo, la chaqueta y una corbata, la camisa de botones blanca, las mallas negras y unos tacones negros. Si por algo le gustaba la escuela era por lo escalofriante que era.
Sus gustos eran raros, ella a diferencia de otras chicas amaba lo misterioso y turbio. No, si te estas preguntando si este es el cliché de "ella no es como las otras chicas" estas equivocado. Solo tenía gustos diferentes, no por que no le gustara maquillarse ya iba a ser diferente. Tomo su mochila después de cambiarse y bañarse. Bajo las escaleras. Sus pasos resonaban por toda la casa, tomo una manzana que estaba en la encimera y salió. Esa era su rutina desde que sus padres murieron en aquella accidente de auto. Llego a el Audi y lo encendió. En cinco minutos estaría en los pasillos de aquella vieja y elegante escuela.
***
Si hay algo que Ryan odia es el levantarse temprano. El reloj marcaba las 6:20 y la cabeza de el anteriormente mencionado palpitaba. La noche anterior había salido a una fiesta. Se levantó, tomo el jugo y la aspirina que su madre puso ahí en la noche.
Deje tu ropa a el tu baño
K.Su madre, Karen. Era con quien había vivido siempre desde que se quedo la custodia. Se tomo el jugo y la aspirina, se levantó y fue directo al baño. Ahí estaba el traje de la escuela, fue a la ducha y la abrió, se metió en la lluvia artificial desconectando su cerebro del mundo. Salio después de unos minutos, se cambio y fue hasta la puerta de la casa. En todo el camino sin mirar a nada ni nadie. Llegue a la limusina donde su chofer lo esperaba.
***
-Por favor - la castaña lo repitió después de una infinidad de veces. Lilyana negó con la cabeza -. Solo hoy, por favor. Lily - rogó con las manos juntadas y ojos de cachorro degollado.
-Como te gusta joderme la existencia ¿verdad? - dijo, con el ceño fruncido. Su amiga llevaba suplicándole que fuera a una fiesta con ella -. Y respondiendo a tu pregunta. No.
-Solo serán unas horas, por fa.
-Como molestas - gruño, frustrada - Esta bien, pero deja de molestar - en ese momento la puerta de la cafetería se abrió y Ryan entró -. Genial ya llegó Miss idiota.
-¿Todavía no te disculpas? - dijo una voz masculina desconcertada.
-Diego - dijo ella -, no. No tengo por que pedirle disculpas a un idiota.
Diego era uno de sus otros amigos. Pelo azabache y ojos verdes. El fue el primer chico que conoció al entrar ahí.
-Oye calma fiera - dijo, burlón, mientras se sentaba -. Todavía recuerdo lo que le dijiste "y que tu ya tienes a tus putas ¿no?... Cariño dejame decirte que yo no sere del montón" recuerdo que te diste la vuelta y te fuiste - dijo aguantando la risa -. Todos lo vieron y... y... - estalló en carcajadas. Lilyana sólo lo veía mientras negaba.
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Tratando de amarte y no matarte
Teen Fiction¿Como te sentirías tu si golpearás al chico mas popular y guapo del colegio? Tal vez sentirías ¿miedo? ¿la adrenalina del momento? ¿estúpida? ¿orgullosa? o ¿nada? Lilyana sintió eso. Nada. Ella solamente golpeo a Ryan con una cara de indiferencia. T...