Ver Mas Alla De Lo Que Ves {Jack Gilinsky} © [Editando]

Capitulo 44

Pase mis manos por su duro pecho, sintiendo cada musculo de el.

-Esto esta mal.. muy mal – dije mirándolo a los ojos, el se mantuvo en silencio mirándome-

-No es mas excitante hacer algo prohibido? – dijo acariciando mi silueta con el dedo índice, sin despegar su mirada de la mía, es verdad! Todo era mucho mas excitante sabiendo que lo que estaba haciendo con el era ‘prohibido’ de alguna forma, ya que el era el mejor amigo de mi hermano, el idiota que nunca miraría, el atractivo que nunca me daría ni la hora. Era todo lo contrario. Sonreí

-Ven aquí y terminemos lo que empezamos –dijo con voz suave, para estirar su cuello hacia mi, así chocar con sus labios nuevamente, todo comenzó frenético nuevamente, bajo sus manos por mi espalda lentamente, hasta llegar a mi trasero y hacer algo de presión para pegarme mas a su cuerpo. Maldita sea era un pervertido experto…. Aproximo una mano al borde de mi pantalón de pijama, pero puse una mano en su pecho y me separe de sus labios.

-Mi cuarto – dije para levantarme y comenzar a caminar como si nada hacia las escaleras, sentí gracias a su leve respiración agitada que me seguía, subí las escaleras mirándolo de reojo. Lo veía mordiendo su labio inferior, mientras acomodaba sus rulos con un leve movimiento de cabeza y una pequeña ayuda de su dedo índice. Maldita sea! Con ese simple gesto, tenia ganas de comérmelo vivo. Camine hacia la puerta de mi cuarto, pero antes de eso el me agarro del brazo pegándome contra la pared, separo mis brazos contra la pared dejándolos de cada lado de mi cabeza. El se veía tranquilo.

-¿Tienes que mover el culo de esa forma? Me estas volviendo loco cariño – dijo rozando sus labios con los mios –

-¿Volviendote loco? – dije sonando inocente

-No estoy haciendo nada Gilinsky– el sonrió, sabia que le gustaba que le diga Gilinsky. Se aproximo a mi cuello sin soltarme las muñecas que seguían pegadas contra la pared, aproximo sus beso a la loma de mis pechos y repartir besos sobre esa zona, busque sus labios y el no se hizo rogar introducio su lengua Volviéndome completamente loca, su boca parecía complementarse con la mía, bajo su agarre hacia mis muslos, rápidamente hice una llave en su cadera sin dejar esos perfectos labios, el me sostuvo como si no pesara absolutamente nada. Camino hacia la puerta abierta de mi habitación, cerrándola con su pie. Me sentó en la cama pero caímos los dos para atrás quedando acostados en ella. El arriba mio, comenzó a hacer movimientos con su pelvis lentamente imitando una penetración , me esta volviendo loca. Y sabia que el quería sacarme de mis casillas y lo estaba consiguiendo. Paso sus manos a mi pantalón de pijama y con manos expertas lo saco en 1 segundo. Dejando ver unas bragas color rosa claro con detalles en los bordes de color negro. El paso lentamente su mano por mi espalda, quemándome con su tacto. Inspeccionaba mi cuerpo con gran adulación, me miro a los ojos y con una mano desabrocho mi corpiño, sus labios comenzaron a besar mis hombros mientras con la otra mano bajaba la tira del sujetador. Lo mismo con el otro hombro. Hasta que mi corpiño desapareció de la escena. Su boca y sus dedos se centraron en la parte recién destapada. Un gemido salió de mis labios. El placer recorrió mis venas como un elixir. La ultima vez que lo había hecho con James el era torpe y tosco, en cambio Jack era delicado pero pasional. pervertido pero tranquilo. Con una mano masajeaba mi seno izquierdo mientras que en el otro sus labios junto a su lengua hacían magia. Lentamente empezaba a entender por que el estaba con la mujer que quería… Bajo sus labios dando leves besos por mi vientre hasta llegar a la única tela que me cubría, paso sus manos a cada lado de mi cadera listo para deshacerse de mi fina ropa interior, pero antes de eso con un simple movimiento de cuerpo quede yo arriba de el. Eso pareció sorprenderlo.

-Hay que jugar sin trampas ¿no te parece? –dije algo agitada mientras sacaba su cinturón, el dio una gran carcajada.

-Simplemente juego a mi estilo – dijo arrogante pero con un tono seductor que a caramelo mis oídos, con ayuda de sus piernas logre sacar el jean oscuro que las cubría, mierda! Sus piernas eran fuertes sus músculos estaban ejercitados como una escultura, pero mi mirada se centro en el bóxer azul marino. Solamente como instinto atine a morderme el labio inferior, cuando pensé que no podía ser mas perfecto me había equivocado, era prácticamente perfecto y.. debo decir.. bastante dotado, el pareció notarlo y sonrió orgulloso dejando ver unos dientes blancos, me levanto hasta su altura por los hombros.