Se dejó caer por la taberna, exhausto. Su día había estado lleno de diversos encargos y él, sediento de galeones, no había podido hacer más que aceptar. El tabernero, un chico joven con un par de cicatrices en el rostro, le sirvió un poco apetitoso plato de puré de patatas con algo de verdura. Le miró con cara de asco revolviéndose sobre el cochambroso taburete.
-Es el plato del día, no me mires con esa cara...
-Dame un respiro, Jaehyuk.- Dijo, revolviendo las verduras con el tenedor, con disgusto.
Aquella noche era bastante tranquila para la taberna "El troll mugroso". Un par de gritos de fondo, unos mocosos peleándose por un trozo de pan en la puerta. Nada del otro mundo.
Quizás ese no fuera un ambiente ideal, pero para una taberna del tres al cuarto no estaba nada mal. Además, la capital del reino todavía quedaba a más de una semana a pie, así que era lo mejor que él, sin morada ni trabajo fijo, podía permitirse.
-¿Mucho jaleo?- Preguntó el chico que le había servido hace apenas unos instantes, limpiando ahora una jarra vacía con un paño, al otro lado de la barra.
-Dos dragones, al otro lado de las colinas del este.- Dijo, suspirando antes de llevarse una pequeña porción del puré a la boca.- Habían destrozado la villa que hay por allí, así que me llamaron para ayudar con la captura.
-Vaya, te habrán dado una buena suma por ello...
Negó con la cabeza. Si bien no había sido exactamente poco, había tenido que parar a llenar la alforja y varias mudas de ropa.
-No me digas que aún no tienes donde caerte muerto...- Dijo Jaehyuk, alzando las cejas.
Ciertamente, al estarse siempre moviendo, Hyunsuk no tenía precisamente algo parecido a una casa. Simplemente se limitaba a dormir en posadas o, si no encontraba ninguna, le pedía el favor a algún terrateniente. Pocas veces había dormido al raso pero, si la situación se presentaba, tampoco titubeaba ante ello.
Se podía decir que el lugar al que más recurría era una posada en el rabal del reino, la "Luna llena". Era un sitio algo confortable, y los dueños siempre tenían una cama guardada para él aunque no pudiera pagarla. Varias veces les había ayudado a encargarse de alguna que otra plaga de ratas, y sus objetos extraños siempre atraían la atención de posibles clientes a la morada.
-Bueno, podría darme un paseo por la zona...- Dijo, rodando los ojos.
-¿Y acabar tocando la puerta de los Kim para que te dejen dormir en su establo? No me acercaría mucho a ellos, su hijo menor ha cogido tuberculosis y ya sabes lo que se dice que esa enfermedad...
-Vaya, es una pena. Con lo bien que me caía el chaval.- Suspiró, sabiendo que entonces tendría que partir de allí sin haber descansado. Le pediría a Jaehyuk el favor, pero ese avispado chico no tardaría en pedirle la Luna como compensación, y él ya tenía demasiadas deudas. No le quedaba otra opción.
-Sí, es una pena. Se dice que el doctor ya le dio el pésame a la familia. No es que el muchacho haya muerto todavía, pero...- El tabernero se calló en cuanto escuchó la campanilla de la puerta retozar alegremente, dispuesto a servir al siguiente cliente.
Se resignó, continuando su plato de comida y combinándolo con un panecillo que le había dejado antes el chico, junto con una copa de agua. Lo escuchó a lo lejos charlar alegremente con el recién llegado mientras se limpiaba la boca y dejaba un par de monedas de cobre junto a su cena ya terminada. Se dispuso a levantarse, cogiendo su capa en el camino. Ya tendría tiempo de charlar con su viejo amigo otro día.
Ahora tenía que ocuparse de encontrar un lugar donde pasar la noche.
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Claro de luna (SukHoon)
FanfictionUn extraña oferta, susurros de luna y alguna que otra nueva amistad... +Medieval!AU. +Fantasy!AU. +Mención de Mashikyu. +Las edades y personalidades de los personajes serán modificadas a mi gusto.