□ Los Comentarios □

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Capitulo 4:

Cara estaba tan molesta por el hecho de haberse ido del club humillada por su banda favorita que siguió quejándose de ello al día siguiente. Incluso me acompañó al trabajo porque todavía no se lo había sacado todo de su sistema durante las horas escolares.

Trabajo en una joyería del centro comercial. Puesto que no somos una de esas tiendas de renombre, es bastante tranquila. Lo que era una suerte para Cara, porque así podía seguir llorando por su precioso Niall, y yo no tendría ninguna razón para ignorarla.

-Quité el póster -dijo tristemente cuando había aparecido.

No podía compartir su depresión sin embargo, porque me trajo un batido del patio de comidas.
-Lo colgarás de nuevo a finales de esta semana. Sabes que lo harás.

-Nop. Lo quemé. Quiero decir, ¿qué clase de nombre es One Direction para una banda, de todos modos? ¿Todos a la misma direccion al mismo tiempo? No puedo creer que pensase que era inteligente. -Cara tomó un largo trago de su propio batido-. Pensé que estábamos tan bien. Niall era tan dulce, ¡y luego estaban tú y Harry! ¿Podemos decir mucha química?

-¿Química?

-Ni siquiera trates de negarlo, Val. Prácticamente tenían juegos sexuales con palabras.

-Estás enferma. No lo hacíamos.

-Eran demasiado. Estaban a un puñado de insultos de combustionar.

Me eché a reír. -No lo creo.

-Hasta que lo arruinó, lo estabas -insistió Cara. Luego se enfadó otra vez-. Podría haber dicho que no. ¿Por qué tuvo que ser tan snob sobre ello? Ugh, ahora nunca tendré otra oportunidad con Niall.

-Eso es lo mejor de todos modos, Cara. Es muy poco saludable salir con estrellas de rock.

-Tienes toda la razón, V. Renunciaré a mis formas de groupie y encontraré a un buen chico normal del que enamorarme.

Simplemente sonreí a mi mejor amiga y continué bebiendo de mi batido. Parte de mí deseaba que Cara fuera en serio, pero otra gran parte sabía que nunca dejaría de ser una groupie. Es lo que es, y lo creas o no, es una de las cosas que más me gustan de ella.

-Lo digo en serio -dijo Cara-. ¿Sabes lo que necesitamos hacer? Un lista de candidatos a novio ideal, y luego crear un plan para engancharlos la próxima semana.

-Me alegro de que te estés entregando a esta nueva página, C, ¿pero has olvidado que arruiné cualquier oportunidad de conseguir que alguien salga conmigo nunca más? Paria social, ¿recuerdas?

-Dios mío, Valerie -interrumpió mi jefa Margret-. Eso es exactamente una cosa que decir sobre ti misma.

Margret está en sus sesenta. Tiene este estándar corte de pelo de anciana de una gigante bola de algodón cubriéndole la cabeza como un casco, y continúa hablando como si viviera en una comedia de enredos de la década de los sesenta, pero es genial. Su marido murió hace unos años; y puesto que llevo trabajando para ella durante tanto tiempo, me ha adoptado más o menos como su única familia. Es algo así como tener una abuela extra.

-Es verdad -la dije-. Tengo 64.328 visitas en YouTube que lo demuestran.

-¿Qué es un YouTube, cariño?

-No importa -suspiré. Tratar de explicarle la tecnología a Margret era tan inútil como tratar de encontrarle a una pronunciada virgen un novio.

-¿Qué sobre Aaron Hamilton? -preguntó Cara, sacándome de mi fiesta de compasión interna.

Hasta El Final | H.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora