□ El Punto □

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Capitulo 22 :

Esperé hasta que Dylan desapareció tras una esquina antes de hundirme en la silla de plástico duro y enterrar mi cara entre mis manos.

-Esta ruptura fue tan amistosa que fue asquerosa. ¿Eran ustedes dos tan aburridos?

Había estado a punto de llorar de verdad, pero el sonido de la voz de Harry secó toda mi tristeza y me dejó sintiéndome nada más que cansada.

-Por favor, no comiences conmigo -advertí-. Realmente no necesito nada de tu mierda ahora mismo.

Harry se sentó en la silla junto a mí y dejó caer su brazo alrededor de mis hombros.

-En realidad, Piernas. Creo que mi mierda es exactamente lo que necesitas en este momento.

-¡Mi nombre no es Piernas! -grité, quitando sus brazos de encima de mí. Para mi horror, eso es todo lo que necesitaron las compuertas de mis emociones para abrirse y me quebré.

Los brazos de Harry inmediatamente llegaron a mí alrededor. -Oye -dijo en una voz irritantemente suave-, no hagas eso. No llores por ese tipo.

-¿Qué te importa? -espeté. Pero respiré hondo y recuperé el control de mí misma. Odiaba que Harry viera mi debilidad-. ¿No deberías estar feliz porque rompimos?

-Estoy eufórico por ello -admitió sin una pizca de vergüenza-. Eso no quiere decir que me alegro de verte herida. Esperaba que vieras cuan equivocado era para ti y lo dejaras tú misma.

-¿Cómo sabes que éramos los equivocados el uno para el otro?

Harry me lanzó una mirada desafiante y preguntó-: ¿Estás negándolo?

Suspiré, derrotada.

-¡Anímate! En el lado positivo, ahora puedes pasar a alguien que es adecuado para ti.

-Oh, y supongo que te refieres a ti.

-Bien. -Harry sonrió-. No iba a traerlo a colación, pero ya que lo mencionaste, estoy cien por ciento positivo en que tú y yo seríamos buenos el uno para el otro.

-Excepto por la parte en la que no voy a dormir contigo.

-Puedes cambiar de opinión sobre eso una vez que llegues a conocerme. No soy un idiota total, Val. Podría esperar hasta que tú estuvieras lista si sólo me dieras una oportunidad.

-¿Podrías esperar hasta el matrimonio? -pregunté. La pregunta era más un desafío que curiosidad real, aunque tengo que admitir que contuve la respiración esperando un sincero sí. Por supuesto, no conseguí uno.

Harry se echó a reír, porque la idea de esperar para el matrimonio era un concepto extraño para él. -Primero que todo -dijo-, si alguna vez tomo el paso al matrimonio, y ese es un muy grande si, no sería por años y años. Y en segundo lugar, no voy a comprometerme el resto de mi vida con alguien con quien no he dormido. ¿Y si no fuéramos compatibles de esa manera, y entonces me quedo atascado con ella? Tendríamos que divorciarnos en una semana.

Tomo todo lo que tenía en mí para no burlarme de él.

-¿Ves, Harry? -dije, levantándome en mis pies-. Tú y yo nunca funcionaríamos. No digo esto para ser grosera en este momento, es sólo un hecho. Necesitas encontrar a otra chica para torturar.

-¿Torturar? -se rió Harry-. Disfrutas de nuestros pequeños momentos igual que yo.

Un largo suspiro cansado se me escapó.

-Pero son sin sentido, Harry. Nunca nos dejaran nada si no desamor.

Comencé a alejarme, pero Harry se puso en pie y bloqueó mi camino.

Hasta El Final | H.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora