□ La Cancion □

299 15 1
                                    

Capitulo 8:

Estaba poniendo algunas cajas vacías debajo de la mesa del stand cuando escuché-: Guau, realmente lo hiciste. Escuché el rumor sobre que ibas a tener un stand en el festival, pero no pensé que fuese cierto. Bien por ti, Valerie.

Me encontré a mí misma mirando a una chica delgada, vestida totalmente de negro, desde su cabeza hasta sus botas de combate Doc Marten, así como su pintauñas.

-¿Te conozco? -pregunté, aunque sabía que no la había visto nunca antes.

-Cindy Lewkowski -me informó ella-. Estoy en segundo año.

-¿No piensas que estoy loca?

Cindy no parecía del tipo de las que sonreían, pero parecía lo suficientemente interesada, por lo que supuse que valdría igualmente.

-Pienso que tienes huevos -me contestó.

Sostuve un colgante con una A negra y una pulsera negra con una V y los agité.

-Entonces que te parece, ¿quieres tener huevos también? -Me apunto -dijo, dándome una donación de cinco dólares.

Le ofrecí una joya negra, pero ella alcanzó una pulsera roja brillante con una V bastante grande.

-No me gustaría que se mezclase -dijo mientras la estrujaba en medio, entre sus miles de pulseras negras que recorrían su brazo.

-¡Gracias! -grité mientras se alejaba, entonces volví mi sonrisa mareada a mi mejor amiga-. ¿Puedes creértelo? -pregunté a Cara y le dí los cinco pavos. La había puesto a cargo del dinero.

-¿Honestamente? Sigo atascada en Lacy y Devon cantando por el reto de la abstinencia.

-¿Lo sé, verdad? -Me di la vuelta para coger algunos panfletos más de "No Todo El Mundo Lo Está" Haciendo, y una pulsera para reemplazar la que Cindy había comprado-. Pensé que quizás vendería uno o dos, pero... ¡OW!

Me di la vuelta para ver por qué Cara me había dado un codazo, y me encontré a mí misma ensimismada con la sonrisa de Dylan Warren.

-¿Cómo está yendo, Virgen Val?

Me tomó un momento poder desenredar mi lengua, e incluso después sólo pude soltar una palabra.

-¡Genial!

-¿Éxito entonces?

-Oh. -Me sonrojé-. Bueno, ya sabes. Hemos tenido el triple de niños riéndose de nosotras que gente comprando algo. Aun así, no puedo creer que haya gente que las quiera de todas formas.

-¿Por qué no?

-Porque la gente se ha estado burlando de mí sin parar desde que el asunto de Virgen Val comenzó. No pensé que nadie me escuchara, y mucho menos me apoyara. Hay gente en Youtube, pero esos son anónimos.

Dylan se encogió de hombros.

-Sí, pero es distinto ya que no sólo no dejas que las burlas te influyan, sino que estás haciendo algo al respecto. Es cómo dijiste, alguien tenía que dar el ejemplo. Estás haciendo a la gente valiente.

-Gracias -dije tímidamente-. No esperaba tener ningún tipo de respuesta verdadera hoy. Honestamente pensé que sería capaz de contar en una mano el número de piezas que hubiese vendido, pero he vendido cerca de cuarenta hasta el momento.

-¡Tantas! -Dylan lucía asombrado por el número, pero se recuperó rápidamente y se echó a reír-. No habría dicho que quedasen tantos vírgenes en nuestra escuela.

-Posiblemente no los haya -me reí, pasándole a Dylan el panfleto que había hecho publicitando el reto de abstinencia-. Hemos vendido tantas piezas de As como de Vs.

Hasta El Final | H.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora