Capitulo 2

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Ladre hasta que me quede sin voz, y corrí hasta que me quede sin aliento. La peor parte de mi día fue ayer, cuando desesperado corrí hasta mi madre y comencé a pedirle ayuda a mi vieja, pero se me olvidó un pequeño detalle, ya no puedo hablar... probablemente pensó que quería atacarla porque luego de entrar a la casa, salio con la escoba vieja que ya no servía a barrer y me amenazo con que me iba a agarrar a escobazos, con lo que no me quedo más opción que irme. Luego tuve que pasar la noche durmiendo en una plaza, en la que un weón enfermo llego y me tiro una piedra en el lomo para demostrarle a su polola que el imbécil era bien macho y blablabla. Yo obviamente le gruñi y se asustaron y se fueron a la chucha.

Si no fuera porque estoy casi seguro de que si lo hubiera mordido abrían llamado a carabineros para sacrificarme, lo haría echo y con gusto, yo jamás haría algo tan maldito para impresionar a una mina, es más, jamás querría impresionar a una mina tan weca y weona.

Luego tal y como lo dijo la voz, a las 3AM me convertí en humano otra vez, pero el problema, no es muy cómodo ir en pelota por la calle. Empecé a caminar a mi casa ahora que era humano, pero luego comprendí otra cosa, la maldición se anulaba sólo a las 3AM, a las 4AM volvía a ser un perro otra vez.

Así que ahí quedé, prácticamente en la puerta de mi casa, pero con forma de perro ¿Qué oportuno, no?

Luego recordé las demás palabras de la voz. Tenía que enamorar al tipo. ¿Pero cómo mierda hago eso siendo un perro? Digo, dudo que sea zoofilico, además, no recuerdo haber escuchado a alguien alguna vez que se haya enamorado de un perro... en fin, la conclusión que todo esto, es que estaba jodido y bastante.

De todas formas, me dirigí al campus y me recoste cerca de la entrada del edificio a esperar al chico para ver que hacer luego. Lo único que quería era ser humano otra vez, así que luego me las arreglaría.

Dormí bastante, y cuando desperté ya el sol estaba bastante algo. Le pregunte a un tipo la hora pero por la cara de espanto que puso, recordé que sólo puedo ladrar, y que no es común que los perros le ladren a las personas porque sí.

Me di por desanimado ya que me había quedado dormido, y cuando estaba a punto de irme a la sombra de un árbol más lejano, salio él, tan sonriente como siempre y de inmediato mi cola comenzó a agitarse de un lado a otro con fuerza.

—!Detente mierda! —pero lo único que salio de mi boca, o mejor dicho hocico, fue un gruñido medio ahogado.

Ya Nicolás, respira, me dije mentalmente. Quizás antes hubieras parecido un bicho raro acercándote, pero ahora... sólo eres un perro.

Me acerque lentamente, siguiéndolo de a poco, pero cuando sentí su olor de lleno impactar la punta de mi nariz, fue demasiado, y mis patas automáticamente se aceleraron y me encontré  corriendo en su dirección.

—¡Hola! —lo saludé, pero claro, simplemente salió un ladrido amistoso de mi hocico.

Él se dio la vuelta para mirarme extrañado, y al ver mi estado amistoso se relajo visiblemente. Abrió su mochila y saco una cosa cubierta de servilletas.

—¿Teni hambre perro? toma —dijo desenvolviendo una sopaipilla, que honestamente ahora se me hacia de lo más jugosa.

El la tiro al suelo como si fuera un perro... aunque claro, en verdad lo soy. Se dio la media vuelta y camino en dirección a su casa, o eso es lo que imagino. Tome la sopaipilla entre mis afilados dientes y la devoré rápidamente para empezar a seguir al chico.

—¿Qué queri ahora? No tengo más comida —se quejó al darse cuenta de que lo estaba siguiendo.

¿Cómo mierda se supone que le diga "Hey, quiero que rompas mi maldición, que te enamores de mí y que seamos felices para siempre". No. Yo me traumaría de por vida si alguien me dice algo así de la nada, y claro, luego llamaría a los pacos.

Pasé por su lado y me frote contra una de sus piernas para demostrarle que en verdad no era comida lo que quería, si no amor, en todos los sentido...aunque eso suena bastante mal a decir verdad (xD)

El paro y me observo detalladamente. ¿Qué querrá descubrir? Ni idea. De pronto su sonrisa se ensanchó, y estoy seguro de que si no fuera un perro tendría roja hasta la cola ante tal hermosa vista.. aunque si no fuera perro no tendría cola, pero esos son detalles.

—Oye, ya sé, eres perfecto para lo que necesito. Ven —me dijo para luego silbar en mi dirección.

Yo ni weón, no tengo ni chucha idea de lo que tenía en mente, pero eso es lo de menos.

Creo que perfectamente pude haber rechazado seguirlo, es más, si no hubiera sacado confianza de Dios sabe donde, no lo habría echo. Fue una de las mejores cosas que me han pasado, aunque en ese entonces no le di importancia alguna.

En fin, lo seguí unas cuantas cuadras más abajo hasta que llegamos a una casa con una reja alta, y saco un gran manojo de llaves abriendola y dejándome ver una linda casa de madera de color amarillo, que era pequeña, pero el aire hogareño que tenía contrarrestaba esa situación.

—Ya, de ahora en adelante, si pasa algún weón a través de la reja tení que sacarle la chucha —me dijo, llamándome para que entrara al patio.

¿Acaso me estaba adoptando? mi cola se agito con fuerza una vez más y otro ladrido amistoso salió de mi boca.

—¡Gracias, te amo!

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⏰ Última actualización: Jan 27, 2015 ⏰

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Maldición de 100 noches.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora