ʜᴀꜱᴛᴀ ɴᴜɴᴄᴀ, ᴅᴀᴅᴅʏ [ᴋᴏᴏᴋᴠ]

Capítulo cuatro

Eran las dos y media de la madrugada, la hora en la cual Jungkook solía venir desde hace ya unas semanas, pero a diferencia del pasado Taehyung, ya no lo esperaba sentado en el sofá.

Cuando éste entró a la vivienda, sintió un cosquilleo en el pecho que ya venía sintiendo hace unos días. pero no sabía el porqué, lo ignoró y se hizo a un lado para darle paso a la bella joven que venía con él.

Después de unos segundos se pudo escuchar unos jadeos los cuales el menor, que estaba en la planta de arriba, pudo escuchar. Otra vez.

No era algo anormal, de hecho pasaba cada dos o tres días desde hace un mes aproximadamente. La primera vez fue horrible ya que tener que escuchar los gemidos de otra persona, soportar que su pareja le esté siendo infiel en la misma cama donde se habían prometido tantas cosas, pensar que era insuficiente para todos los hombres, creer que no vales nada y que nunca te iban a amar, era algo que lo hacía sentir como una persona miserable y asquerosa.

¿No era suficiente? ¿Había hecho algo mal? Porque de ser así haría todo para solucionarlo, todavía sigue amando a ese hombre, aún después de todo lo que hizo...Aún lo ama como la primera vez que hicieron el amor, incluso más. Era el hombre que había escogido para pasar el resto de su vida, y que ahora estaba haciendo gemir a otra persona que no era él.

Se tapó los oídos con las manos tratando de no escuchar más, pero ni con tapones podía dejar de hacerlo. Vaya...se notaba que estaban disfrutando.

Cansado de todo fue directo al armario a buscar una maleta, no podía más, realmente no lo hacía. Con lágrimas cayendo tiró ropa cualquiera dentro de ella, se iba a ir y nadie lo haría cambiar de opinión. Estaba cansado de intentar mejorar, de intentar cambiar, de hacer todo para que otra persona sea feliz. Se estaba hartando.

Mientras trataba de cerrar la maleta, pensó en todo lo que habían pasado juntos. Aquellos viajes, aquella cama, aquellas sonrisas y escapadas serían los mejores recuerdos, sonrió triste mientras sus labios se cruzaban hacia abajo y sollozaba. Si Jungkook era feliz sin él, lo aceptaría, siempre haría todo para que la persona que más amo sea feliz, aunque eso significaría dejarlo.

Su vista se posó en una hoja de papel y un crayón rosa al lado. Una idea pasó por su cabeza: le escribiría una carta.

De: Kim Taehyung

Para: Jeon Jungkook

Duele saber que ya no me amas, duele saber que eres feliz con otra persona, pero te prometí que te apoyaría en todo lo que decidieras y lo haré.

Solo te pediré que cuides bien de ella y seas muy feliz, y tener la familia que yo no pude darte. Que la cuides un montón porque se lo que es que te descuiden y caigas en un pozo en el que pensabas ya no ibas a caer.

Desde la habitación de al lado puedo escuchar como lo disfrutan, pienso en como la estarás tocando, seguro con delicadeza y movimientos suaves. Tal y como hacías conmigo, cuando me tocabas me sentía en el cielo, me sentía como la persona más afortunada del mundo por tener por pareja a la persona que amas y darías todo por ésta.

Estoy dudando si alguna vez me llegaste a querer como yo a ti, Jungkook. Lo dudo por lo que haces, no solo engañarme sino abusar de mí. Me habías prometido no hacer nada de lo que yo no quisiera, entonces ¿por qué? ¿por qué duele tanto hyung?. Me trataste tan brusco, me dolió mucho, supongo que culparé al alcohol.

Me sentí tan sucio la mañana siguiente, pero hice como si no pasara nada y tú solo despertaste como cualquier día. Me di cuenta que no recordabas nada, y sólo pude odiarte un poco. Perdón.

Perdón por intentar y fallar, intente cambiar varias veces para ser mejor para ti, te lo juro, por favor créeme que lo hice, pero me rendí al darme cuenta que no había funcionado. Y cuando lo vi con otra persona me di cuenta que aunque intentara mil veces, fallaría todas, así que por eso me voy. Sé que estarás bien, siempre haz sido mas maduro que yo, espero que todo lo que desees se cumpla.

Pero por favor, no olvides todo el amor que te tengo, no me olvides.

Y si en algún momento llegas a sentirte mal, recuérdame, recuerda las palabras que te susurraba cuando estabas enfermo, los mimos que te hacía cuando discutías con tus padres, cuando tus amigos te traicionaron o cuando dejaba que tomes mi cuerpo.

Pero lo más importante es que no olvides que no estás solo, siempre voy a estar ahí para ti.

Hasta luego, Jungkook

No había porque mentir, el papel blanco estaba húmedo por todas las lágrimas que habían caído en él. Taehyung no había dejado de llorar en ningún momento, por último sorbió su nariz para después dejar la carta doblada a la mitad en su escritorio azul y agarrar la maleta, ya tenía tomada una decisión. Tiró de la manga y caminó hasta el marco de la puerta, se dio media vuelta queriendo recordar la habitación en la que vivió por 5 años.

Pasó por la habitación de su mayor, con la vista brillosa esbozó una sonrisa triste. Bajó con cuidado de no hacer ruido, no quería interrumpir sus actos.

Suspiró cuando llegó a la puerta que dictaba su futuro. ¿Salir o no? Ya era tarde para arrepentirse, simplemente. salió de allí.

—Te extrañaré...

Unos dos días se quedó en un hotel porque tenía pensado buscar un vuelo a su ciudad natal: Busan. Fue al aeropuerto y había uno disponible dentro de un día y medio, así que sólo esperó.

En esas 48 horas su celular no paraba de sonar, por eso lo rompió y lo tiro al pequeño tacho de basura del baño. Después de aquello agarró sus maletas, tomó un taxi y se fue de la ciudad a intentar rehacer su vida, aunque creía que fallaría...